Sonda lambda o sensor de oxígeno: qué es, para qué sirve y cuánto cuesta cambiarla
El precio de sustitución de la sonda lambda o sensor de oxígeno oscila entre los 90 y 500 euros
La principal función de este elemento es medir la cantidad de oxígeno presente en los gases de escape del motor
Qué es la válvula EGR del coche, dónde está, cuánto cuesta cambiarla y cómo limpiarla
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La sonda lambda o sensor de oxígeno es un componente clave en el sistema de control de emisiones de un automóvil. Su función principal es medir la cantidad de oxígeno presente en los gases de escape del motor y enviar esta información a la unidad de control para ajustar la mezcla de aire y carburante que se inyecta en los cilindros del motor.
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Medición de oxígeno: la sonda lambda está ubicada en el sistema de escape del vehículo, generalmente antes y después del catalizador. Detecta la cantidad de oxígeno que queda en los gases de escape después de la combustión en el motor.
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Ajuste de la mezcla aire-combustible: basándose en los datos que recibe del sensor, la ECU ajusta la mezcla de aire y combustible para optimizar el rendimiento del motor, mejorar la eficiencia del combustible y reducir las emisiones contaminantes. Esto es crucial para cumplir con los estándares de emisiones.
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Eficiencia en la combustión: si la mezcla tiene demasiado combustible, habrá más emisiones de CO2 y consumo de carburante. Si es demasiado pobre, se perderá potencia y también puede haber riesgos de sobrecalentamiento del motor. La sonda lambda ayuda a mantener el equilibrio ideal.
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Tipos de sondas lambda: en este caso hay dos tipos de sondas, la ancha y la estrecha. La primera citada es la más avanzada y permite medir de manera más precisa la cantidad de oxígeno, mientras que la segunda solo puede indicar si la mezcla está rica o pobre, y se usa principalmente en vehículos más antiguos.
Dónde está la sonda lambda o sensor de oxígeno en un coche
La sonda lambda o sensor de oxígeno se encuentra en el sistema de escape del vehículo. Su ubicación exacta puede variar según el modelo del coche, pero, en condiciones normales, se encuentra antes o después del catalizador.
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Antes del catalizador: este es el sensor principal, que mide la cantidad de oxígeno en los gases de escape antes de que pasen por el catalizador. Su función es ayudar a la ECU a ajustar la mezcla de aire y combustible para lograr una combustión eficiente.
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Después del catalizador: algunos coches tienen una segunda sonda lambda ubicada después del catalizador. Su función principal es monitorear el rendimiento del catalizador, asegurándose de que esté funcionando correctamente y reduciendo las emisiones. Si esta sonda detecta que el catalizador no está funcionando como debería, puede activar una luz de advertencia en el tablero.
📣En la nueva #LeySeguridadVial aparece como infracción grave, sancionada con 200€, no respetar las restricciones derivadas de protocolos anticontaminación y de Zonas de Bajas Emisiones #ZBE.
En vigor a partir del 21 de marzo. pic.twitter.com/Omn102ZQhp
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) January 20, 2022
Cuánto cuesta cambiar la sonda lambda
El precio por sustituir la sonda lambda de un coche puede variar dependiendo de varios factores, como, por ejemplo, el modelo del coche, la marca de la sonda, si es un vehículo de alta gama, y si el trabajo se realiza en un taller oficial o en un taller mecánico común, además de tener en cuenta la zona geográfico donde te ubiques.
Por un lado, el precio de la pieza ronda los 40 y 300 euros. Lógicamente, las sondas más baratas pertenecen a vehículos más comunes o de modelos más antiguos, mientras que los elementos para vehículos más modernos o de alta gama pueden ser más caras. La mano de obra del mecánico, por su parte, podría costar alrededor de los 50 y 150 euros, puesto que, a priori, es un trabajo sencillo, por lo dependerá de la tarifa del taller y la complejidad. Sin embargo, el coste podría aumentar en un concesionario oficial hasta los 100 o 250 euros. Haciendo balance del coste total, cambiar la sonda lambda podría tener un precio que oscila entre los 90 y 550 euros aproximadamente.
¿Se puede circular con la sonda lambda rota?
En condiciones normales, no es recomendable circular con la sonda lambda rota. Técnicamente, el vehículo puede seguir funcionando sin problema, pero conducir con esta pieza en mal estado o defectuosa podría causar diferentes problemas.
- Mayor consumo de combustible: la ECU no podría ajustar correctamente la mezcla aire-combustible, y puede provocar que el motor consuma más combustible.
- Aumento de las emisiones: una sonda lambda rota puede generar más emisiones contaminantes, y podría hacer que el vehículo no cumpla con las normativas de emisiones y no pase la Inspección Técnica.
- Riesgo de daños al motor: si la mezcla de aire-combustible no se regula correctamente puede dañar otros componentes, como, por ejemplo, el catalizador, lo que resultaría una reparación mucho más costosa.
Síntomas de que la sonda lambda está fallando
- Aumento del consumo de combustible
- Emisiones elevadas
- Luz del motor encendida: el sistema de diagnóstico del vehículo detecta el fallo y enciende el testigo interior en modo de alerta.
- Rendimiento deficiente del motor: pérdida de potencia, ralentí inestable o dificultad para arrancar.
- Fallo en la inspección técnica: si las emisiones son altas, el vehículo no pasa la ITV y no podrá circular legalmente por las ZBE.