Fiat tendrá que vender un 10% de coches eléctricos en España para evitar las multas de Bruselas
Las normas de la UE apuntan a unas emisiones totales de CO2 de la flota de unos 95 gramos por km en 2025
Fiat calcula que el 10% de sus ventas tendrán que ser de coches eléctricos para evitar las multas de Bruselas. Ante el endurecimiento del objetivo de emisiones de CO2 de la Comisión Europea (CE), una de cada diez ventas que haga el fabricante automovilístico italiano del Grupo Stellantis en el mercado español será de motores de nueva energía. Un incremento que supone duplicar su cuota de mercado de este tipo de motorizaciones para la marca en tan sólo un año, pero que prevé alcanzar sin problema con la llegada de nuevos modelos electrificados a la gama.
Así lo han señalado fuentes cercanas a la compañía, en conversaciones con este diario, que han fijado el objetivo de cuota de mercado de coches eléctricos en un 10% para España en el año 2025, cifra con la que se esquivarán las multas de Bruselas por la normativa de emisiones de CO2 de la CE.
Otras marcas como Kia o Citroën ya han confirmado que tendrán que ampliar sus objetivos de electrificación hasta acumular una de cada cuatro ventas de motores 100% eléctricos para evitar pagar multas como Fiat, lo que se traduce en un 25% de cuota de mercado para este tipo tecnologías. Una cifra elevada que se convierte en un gran reto para las grandes automovilísticas, ya que en España las ventas de eléctricos puros tan sólo ocupan el 5% del total de las matriculaciones.
Ventas de Fiat en España
En lo que va de año, el fabricante automovilístico con sede en Turín (Italia) ha comercializado cerca de 11.000 unidades en el mercado español, sumando unas 400 matriculaciones más en el mes de agosto. El modelo más vendido es el Fiat 500 con más de 8.000 ventas, que cuenta con motores 100% eléctricos; seguido del Fiat Panda con 2.000 comercializaciones, aproximadamente.
Multas de Bruselas
Las normas de la UE apuntan a unas emisiones totales de CO2 de la flota de unos 95 gramos por km en 2025, frente a los 106,6 g/km de 2023. Para alcanzar el objetivo, los fabricantes de automóviles tendrían que detener la producción de unos 2 millones de coches o exponerse a multas que podrían alcanzar los 13.000 millones de euros para los turismos y otros 3.000 millones para las furgonetas, lo que se traduce en 15.000 millones en total, según las estimaciones de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), que ha pedido a Bruselas retrasar los plazos al menos dos años.
Un posicionamiento con el que no está de acuerdo Stellantis. Carlos Tavares, CEO de la automovilística, ha mostrado su oposición a cualquier medida de la Unión Europea para retrasar los objetivos de emisiones que entrarán en vigor el próximo año, lo que genera un enfrentamiento con el resto de fabricantes de automóviles del Viejo Continente. Además, ha insistido en la idea de que las marcas ya conocían las reglas desde hace mucho tiempo y han tenido tiempo para prepararse para hacer frente al endurecimiento de los objetivos de emisiones de CO2 marcados por Bruselas.
Una guerra que llega cuando el sector automovilístico europeo está luchando con modelos más baratos procedentes de China, altos costos de la energía y una demanda lenta de los consumidores, mientras que las ventas de coches propulsados por motores eléctricos se mantienen muy por debajo de las previsiones.