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Cuenta atrás en la carretera: la DGT avisa de los sistemas que desaparecerán y cambiarán los coches para siempre

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La industria del automóvil está viviendo una transformación sin precedentes, y los coches del futuro poco tendrán que ver con los vehículos que conocemos actualmente. En este contexto, la Dirección General de Tráfico (DGT) detalla una serie de elementos que están destinados a desaparecer, como el motor de combustión, la caja de cambios manual, la rueda de repuesto, los elevalunas manuales, las antenas de radio tradicionales, las llaves físicas, los frenos de tambor y la palanca del freno de mano. Cada uno de estos componentes tiene ha jugado un papel muy importante en la evolución del automóvil, pero la tecnología los está reemplazando por alternativas más eficientes, seguras y sostenibles.

«Los vehículos están avanzando a pasos agigantados. Un buen ejemplo es la llegada en masa de los eléctricos. Este reemplazo de los motores de combustión interna significa que componentes como los sistemas de escape y los tanques de combustible ya no serán necesarios. Además, en la último evolución los sistemas de conducción autónoma están eliminando la necesidad de ciertos controles manuales, como volantes y pedales, en algunos diseños más futuristas. También las normativas sobre reciclabilidad y uso de materias sostenibles están cambiando los materiales utilizados en la fabricación de vehículos», recoge el organismo.

Los sistemas que desaparecerán según la DGT

El futuro del motor de combustión, basado en la combustión interna de gasolina o diésel, está muy limitado. La Unión Europea está implementando normativas medioambientales cada vez más estrictas que restringen el uso de vehículos contaminantes. La previsión es que para 2050 la mayoría de los motores de combustión habrán desaparecido del mercado.

Junto con el motor de combustión, la caja de cambios manual también está en declive. «En países como Estados Unidos ya hace muchos años que este tipo de cajas de transmisión han desaparecido de prácticamente la mayoría de los vehículos. Hace muchas décadas que se reemplazaron por cajas automáticas más rápidas, precisas y cómodas». La facilidad de uso, especialmente en entornos urbanos, es un factor determinante en este cambio.

Otro componente que va a desaparecer muy pronto es la rueda de repuesto. Hoy en día, los kits de reparación rápida, los neumáticos run-flat y los líquidos selladores, que, además, ocupan mucho menos espacio bajo el maletero, son las soluciones más efectivas.

Los elevalunas eléctricos, que ya se han generalizado en los vehículos modernos, están dejando atrás los tradicionales mecanismos manuales. «Todavía quedan modelos, los más económicos, que llevan manivelas manuales en las puertas traseras. Pero ya prácticamente todos los vehículos cuentan con elevalunas eléctricos en las dos o en las cuatro puertas, dependiendo del modelo». Los vehículos que todavía utilicen elevalunas manuales se están convirtiendo en una rareza y, con el tiempo, su mantenimiento será más complejo debido a la falta de repuestos.

Las antenas de radio tradicionales también tienen los días contados. Durante décadas, las antenas retráctiles o de goma negra fueron el estándar, pero hoy conviven con soluciones más discretas y multifuncionales, como las aletas de tiburón o las que se instalan en el parabrisas. Estos sistemas sirven para la radio y la conectividad de GPS.

En cuanto a las llaves físicas, están siendo sustituidas por sistemas de apertura sin llave y arranque por proximidad. Este tipo de tecnología permite que el conductor entre y arranque el vehículo simplemente llevando un pequeño dispositivo electrónico en el bolsillo o bolso, eliminando la necesidad de insertar una llave tradicional.

Los frenos de tambor, una tecnología antigua pero fiable durante muchos años, están desapareciendo por completo. «No es fácil compatibilizarlos con los sistemas de seguridad más avanzados, así que es difícil que cumplan con las normas de seguridad más exigentes. Los vehículos más sencillos solían montar frenos de tambor por ser más económicos, pero estos no responden de la misma manera que los de disco, así que cada vez son menos los modelos que los utilizan». Los frenos de disco disipan mejor el calor, ofrecen mayor potencia de frenado y su mantenimiento es más simple.

Finalmente, «con la aparición del freno de mano eléctrico, los automóviles modernos han dicho adiós a la clásica palanca de este sistema de seguridad. Esta nueva tecnología libera muchísimo espacio entre los asientos y eso sirve para ubicar compartimientos de almacenamiento más grandes o para poner otros mandos o dispositivos de control, como las ruletas giratorias para manejar el sistema de infoentretenimiento».

En conjunto, estos cambios reflejan cómo la industria del automóvil está evolucionando hacia un modelo más eficiente, seguro y sostenible. La DGT destaca que «la integración de software avanzado y conectividad está eliminando la necesidad de algunos sistemas físicos, como los sistemas de navegación independientes, que ahora están integrados en los sistemas de infoentretenimiento. Y, por supuesto, la simplificación de los sistemas y la reducción de la complejidad de los vehículos pueden disminuir los costos de producción y mantenimiento». Además de la obsolescencia tecnológica, estos cambios también están motivados por la legislación y la normativa vigente.

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