Las sombras chavistas de Gustavo Dudamel, nuevo marido de María Valverde
Parece que a María Valverde le ha tocado la lotería con Gustavo Dudamel. El director de orquesta es una de las grandes promesas de la música y, a sus 36 años, puede presumir de ser el director más joven en dirigir el Concierto de Año Nuevo en Viena, un sueño que cumplió el pasado 1 de enero.
Casi un año después de que se conociera su relación, la pareja decidió afianzarla con una boda secreta que tuvo lugar en Las Vegas, hace apenas unas semanas. Discretos en lo que respecta a su vida privada, María y Gustavo parecen haber encontrado justo lo que iban buscando en una pareja.
Gustavo Dudamel y María Valverde en una imagen de archivo (Gtres)
Sin embargo, no es oro todo reluce en la vida del artista. Su educación musical estuvo estrechamente ligada al régimen chavista, algo que parece perseguirle. Gustavo Dudamel potenció su talento gracias al conocido “Sistema” (Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela), fundado por el también músico José Antonio Abreu en 1975 y apoyado por Hugo Chávez, tanto económica como verbalmente.
Pero la relación del marido de María Valverde con el que fuera presidente de su país no termina ahí. Fue condecorado por Chávez con la Orden Francisco de Miranda de Primera Clase y designado como padrino de la Misión Música, con el objetivo de incorporar a un millón de jóvenes y niños al “Sistema”.
Esta relación continuó tras la muerte del dirigente latino, ya que Dudamel fue el encargado de dirigir la Orquesta Simón Bolívar con motivo del funeral. “Este es un día muy triste para mi país y para mis compatriotas. Mis más profundas condolencias a la familia del presidente Chávez y para la familia venezolana en este momento tan difícil”, dijo tras la muerte del político.
A pesar de todos estos hechos, parece que Gustavo Dudamel se quiere desligar del régimen chavista, pues hace poco afirmó en una entrevista que es “apolítico” y que “simplemente no quiero tomar ninguna posición” con respecto a la situación política de su país.
Unas palabras que contrastan con sus acciones del pasado y su presunta afinidad con el régimen bolivariano. Dudamel también tiene sobre sus hombros el descontento de algunos de sus compatriotas, a quienes no ha gustado la venta de su mansión de Los Ángeles por 3 millones de dólares. Y es que el supuesto pasado socialista del director no encaja con el alto nivel de vida del que disfruta hoy en día.