Accedemos en exclusiva a su declaración en sede judicial

Josep Santacana se defiende ante el juez: «No puedo hacer nada con los bienes privativos de Arantxa»

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Declaración de Josep Santacana en sede judicial

Apenas un mes antes de que Josep Santacana presentase en la Corte de Miami una demanda de divorcio contra Arantxa Sánchez Vicario nada hacía presagiar los complicados términos en los que después se resolvería esa demanda. El matrimonio no solo estuvo varios meses llevando su ruptura con la más absoluta cordialidad, sino que sumaron fuerzas -algo actualmente impensable- para hacer frente a la causa judicial que todavía les investiga por un presunto delito de alzamiento de bienes. El banco de Luxemburgo les acusa de haber desviado parte del patrimonio de la tenista con el objetivo de no afrontar la deuda millonaria que tienen con el citado banco y por ello ambos se vieron obligados a declarar ante el juez el pasado 21 de noviembre de 2017 en unas diligencias previas que ponen de manifiesto hasta qué punto el matrimonio estaba unido.

Este domingo LOOK ofrecía en exclusiva la versión de Arantxa, basada principalmente en inculpar a su padre de todo lo ocurrido y desvincular a su marido de cualquier gestión patrimonial, y ahora este mismo digital puede ofrecer también las palabras de Josep Santacana. Palabras que van exactamente en la misma dirección y que demuestran que su versión era apoyada por su mujer solo unas semanas antes de que esa demanda de divorcio lo dinamitara todo por los aires. La historia de Josep es la misma antes y después de ese 3 de enero de 2018 que rompió para siempre su armonía familiar. La de Arantxa, no.

Arantxa Josep santacana

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana en una imagen de archivo / Gtres

Desde el consulado de España en Miami, el lugar desde el que el todavía matrimonio declaró ante el juez por videoconferencia, Josep Santacana se limitó, como su esposa, a responder solo a las preguntas de su abogado. Incide en que no sabía nada de ese aval del Banco de Luxemburgo al Banco Sabadell y también en el régimen de bienes en el que la pareja se casó, ya que era clave para descartar que por parte del catalán se escondieran intereses fraudulentos a la hora de gestionar el patrimonio de su mujer. “Nos casamos en separación de bienes y además firmé capitulaciones ante notario por lo que no puedo hacer nada con sus bienes privativos”, comienza apuntando Santacana en su declaración.

Comprensivo con el dolor de Arantxa

Lejos de mostrar cualquier detalle hostil con su mujer, con la que ya había iniciado una vida por separado, la versión de Santacana se basa en mostrarse comprensivo con los difíciles momentos que atravesó la tenista cuando tuvo que querellarse contra sus padres al conocer que estos habían gestionado su patrimonio de una manera contraria a sus intereses. “Fue una situación horrible. Ella creía que tenía una situación económica holgada ya que, desde pequeña, había jugado al tenis y había ganado mucho dinero. Pero en 2010 se enteró de que estaba en bancarrota y todo por culpa de su familia”, relata Josep Santacana, que también asegura que no tuvo nada que ver con los pleitos de Arantxa con sus padres pero que era conocedor de los mismos: “Tuve conocimiento del profundo dolor que le supuso tener que interponer esos pleitos”.

Además, como ya hiciera instantes previos su esposa, Santacana apunta a su suegro, fallecido en 2016, como principal gestor del patrimonio de Arantxa. La pareja es unánime a la hora de acusar a Emilio Sánchez Benito y responsabilizarle de los últimos movimientos llevados a cabo en las cuentas de la tenista una vez sus problemas económicos ya eran vox pópuli. “¿Quién gestionó el patrimonio de Arantxa Sánchez en los últimos años, concretamente desde 2010?”, quiere saber su abogado, Emilio Zegri. “A partir de 2010 empezó a vender patrimonio por orden de su padre. Lo sé porque en una ocasión el señor Emilio me pidió que recogiera información sobre la venta de un inmueble en Formentera y me reuní con un conocido allí y con una inmobiliaria. Pero, por lo que sé, se vendió con otra inmobiliaria y con otras condiciones, imagino”, explica Josep, que además recalca que las ventas las efectuaban su suegro y las personas de contacto que él había puesto al frente de las sociedades.

Josep Santacana y Arantxa Sánchez Vicario

Josep Santacana y Arantxa Sánchez Vicario en una imagen de 2014 / Gtres

Josep, el verdadero sustento económico de la familia

Si hay algo que ha puesto de manifiesto las contradicciones en las que ha incurrido Arantxa Sánchez Vicario a lo largo de estos meses es lo relativo a la economía familiar. En palabras para la revista ‘¡Hola!’, la deportista asegura que se arrepiente de haberle dado a Josep el control de todo lo que tenía. Sin embargo, según declaró ante el juez el pasado mes de noviembre, Josep no tuvo nada que ver en la gestión de su patrimonio. De hecho, tal y como contó LOOK en exclusiva, en esas declaraciones aseguraba que era él el motor económico de su familia ya que era él quien llevaba más de seis años trabajando en Estados Unidos en el sector del marketing y las relaciones públicas. “Empiezo ahora a aparecer en cosas de mi profesión en Estados Unidos porque hasta ahora no podía porque solo tenía visado de acompañante (…) Nosotros vivimos del trabajo de mi marido”, declaraba Arantxa.

Por su parte, Josep Santacana suscribe punto por punto esa versión, tal y como siempre ha asegurado desde que estalló su polémico divorcio. “Trabajo en el sector del marketing y las relaciones públicas en varias empresas y esa es la razón por la que me dieron el visado de trabajo en Estados Unidos hace más de seis años”, se le escucha decir al empresario ante el juez.

Así las cosas, las declaraciones del todavía matrimonio ponen negro sobre blanco en esas cuestiones todavía confusas sobre su gestión patrimonial. En esa línea de defensa marcada por ambos, los dos se desligan de esos movimientos con los que el banco luxemburgués cree que han cometido un presunto delito de alzamiento de bienes, pero además explican cómo era su economía doméstica y quién soportaba el peso de la misma. Ante el juez ambos están de acuerdo en que es el empresario catalán el que sustenta la economía familiar y quien, por aquellas capitulaciones, ha quedado al margen del patrimonio de Arantxa. ¿Volverá ese acuerdo cuando tengan que firmar su divorcio? Todo hace indicar que no. Su cordialidad se rompió aquel 3 de de enero de 2018 y desde entonces se libra una guerra sin cuartel.

[Para ver el vídeo completo de la declaración de Josep Santacana pinche aquí]

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