La mujer de Ángel Nieto se aferró a la esperanza hasta el último momento
El teléfono de Belinda Alonso, mujer de Ángel Nieto, sonó este jueves a horas intempestivas. Ninguna buena noticia llega de madrugada y ella lo sabía. A su pareja, que llevaba ingresada una semana como consecuencia de un accidente con un quad, le habían rebajado la medicación que le mantenía en coma inducido y mientras estaba “en proceso de despertar” su mejoría revirtió. Ángel había sufrido un edema cerebral masivo y su pronóstico a partir de ese momento era grave. Incluso se temía por su vida. Al filo de las siete de la tarde los peores presagios se confirmaban y el afamado piloto fallecía.
Solo unas horas antes -se marchó a casa el miércoles a las 9 de la noche- su recuperación era una realidad y todos estaban muy esperanzados. “Salimos de la clínica tan contentos”, apunta un amigo de la familia. Pero, de repente, todo cambió. El dramático giro que había dado la evolución de Nieto obligó a sus hijos a cancelar sus compromisos profesionales para poner rumbo a Ibiza. La situación era muy preocupante y hasta que llegaron a la isla, Belinda estaba prácticamente sola, solo arropada por amigos del piloto y, cómo no, de su hijo Hugo, de 16 años, fruto de su unión con el 13 veces campeón del mundo en motociclismo. Apenas unas horas antes del trágico final, la mujer de Ángel Nieto se aferraba a su esperanza como el que no tiene nada más. Confiada en que la situación médica pudiese revertir incluso se puso en contacto con un amigo de la familia, que es neurocirujano y trabaja en Barcelona, para que viajase a Ibiza y valorase la situación. Quería una segunda opinión y su amigo solo tardó unas horas en cumplir su deseo y aterrizar en Ibiza. Por desgracia, ya no había nada que hacer.
“Enamorado como una bestia”
Contaban los testigos y también el propio protagonista que lo suyo fue un flechazo. Ángel se prendó de Belinda nada más verla y por ese amor lo dejó todo para vivir una segunda juventud a su lado. “Me fui de casa porque me enamoré de Belinda como una bestia, como un caballo de carreras”, confesó el deportista en una entrevista concedida a XL Semanal dejando atrás 20 años de matrimonio con Pepi Aguilar. Corrían los años 90 y desde entonces no se han separado. Ella había trabajado como modelo, pero aparcó su carrera cuando se quedó embarazada de su hijo Hugo.
Ángel Nieto y Belinda Alonso en Madrid / Gtres
El niño se convirtió entonces en el epicentro de sus vidas. Ángel vivía una jubilación dorada y quizá con él ha podido disfrutar de su faceta de padre más que con sus hijos mayores, a los que tuvo en plena efervescencia de su carrera deportiva. Tan volcado vivía el piloto en su vástago menor que el año pasado no dudó en cambiar su residencia para acompañar a su hijo en su carrera deportiva. Según ha podido saber LOOK, la familia, Ángel, Belinda y Hugo, vivían en Madrid -donde estudiaba el joven- pero una prometedora carrera en el tenis del menor ha hecho que apoyen su idea de estudiar interno en la academia que Rafa Nadal tiene en Mallorca para que así fomente sus aptitudes con la raqueta. Cuentan amigos de la familia que Ángel lo tuvo claro: quería acompañar a su hijo y poder verlo a menudo a pesar del internamiento y, por tanto, lo mejor era trasladar la residencia a Ibiza donde disfrutarían de la compañía del menor cada fin de semana. Además, no es ningún secreto que Nieto era un enamorado de la isla pitiusa y trasladarse a vivir allí era un sueño para él.
El triste destino ha querido que esa isla querida sea también el escenario de su inesperada muerte. Allí se apagó lentamente y, Belinda, su fiel compañera, llora sin consuelo su pérdida.