Los polémicos looks sexualizados de la niña de Stranger Things
Hoy, a las 9.00 de la mañana, Netflix ha colgado en su plataforma digital los nueve capítulos que integran la segunda temporada de Stranger Things. Un estreno esperadísimo para los seguidores de lo paranormal, de las ficciones de terror y de la estética ochentera.
Llevábamos prácticamente año y medio esperando este momento; siguiendo a los personajes a través de las redes, alegrándonos por los reconocimientos obtenidos en forma de premios y disfrutando de los pequeños adelantos que han llegado en forma de tráiler – o de promoción con Leticia Sabater como protagonista-.
La serie de los hermanos Duffer, protagonizada por Millie Bobby Brown, Noah Schnapp, Winona Ryder, David Harbour, Natalia Dyer, Gaten Matarazzo, Caleb McLaughlin, Matthew Modine y Joe Keer – reparto original de la primera temporada y que figurará íntegro en esta nueva tanda de episodios- contará, además, con la incorporación de dos esperados actores muy familiarizados con este género: Paul Reiser (de Aliens, el regreso) y Sean Astin (de Los Goonies).
Brown, en concreto, que interpreta a Once en la ficción, una niña con habilidades psicoquinéticas y con un misterioso pasado, no solo es uno de los personajes más queridos de Stranger Things -y uno de los más esperados en esta segunda entrega-, sino también una de las actrices cuya popularidad más ha crecido desde el estreno de la serie en julio de 2016.
Más de cuatro millones y medio de seguidores en redes sociales, una presencia brillante en la alfombra roja – donde ha lucido vestidos de importantísimos diseñadores-, portada de revista, derroche de carisma en las entrevistas que ha realizado… Millie Bobby Brown es un fenómeno imparable (y un icono de moda).
Polémica servida
No obstante, especialmente a los medios, parece que se nos olvida que la protagonista de la serie de Netflix tiene solo 13 años. A pesar su corta edad, Millie ya cuenta con un importante contrato en IMG, una de las agencias de modelos más prestigiosas del mundo, se ha convertido en la nueva imagen de Converse y ha posado para firmas como Calvin Klein. Algo que no tendría por qué preocupar en un principio, pues la joven parece vivir ajena a todo tipo de polémicas. “No me interesan. Solo quiero trabajar, ir a clase y divertirme con mis amigos. Eso es todo”, explica en una entrevista para la revista Mujer Hoy.
En cualquier caso, estos días Millie se ha visto envuelta en una (y muy gorda), tras haber sido incluida en la lista de una conocida revista estadounidense, en la que aparece la protagonista de Stranger Things entre “las (supuestamente) 13 mujeres más sexys de la televisión”.
Una controvertida publicación que pone sobre la mesa la sexualización de jóvenes adolescentes que trabajan en un mundo de adultos. Y no nos referimos solo al ámbito de la interpretación, sino también al de la industria de la moda, en el que podemos encontrar casos como el de Kaia Gerber -hija de Cindy Crawford-, quien se ha convertido en el mayor reclamo de los diseñadores tras alcanzar la ‘mayoría de edad’ legal para poder desfilar sobre la pasarela (16 años).
En la entrevista realizada para la publicación española tras su paso por España, la joven actriz, aseguran en el artículo, no dejó de mencionar la expresión “adecuado para mi edad”. Una cita que contrasta con los deseos de la joven, las imágenes de los editoriales en los que participa y los looks de alfombra roja que ha lucido hasta la fecha.
“Quiero inspirar a otras chicas para que lleven ropa con la que se sientan cómodas, adecuada a su edad; no tacones y cosas así”, dice. “A mí no me va eso”. Es probable. Sin embargo, no entendemos muy bien por qué motivo, la industria del cine y de la moda han arrebatado a la intérprete su cualidad de niña. Porque sí, lo sigue siendo.
En un mes marcado por los escándalos del caso Weinstein y Richardson, volvemos a poner sobre la mesa la problemática de la sexualización de las niñas de Hollywood, como Millie Bobby Brown ahora, o como lo fueron en su día Drew Barrymore, Lindsay Lohan, Mischa Barton o las hermanas Olsen. Actrices que perdieron su inocencia y terminaron convirtiéndose en juguetes rotos de la industria, recordados por las superproducciones de su infancia. Una cuestión que no ocurre en cambio, con los otros niños, chicos claro, compañeros de reparto de Brown en Stranger Things, a los que se les permite acudir a sus compromisos profesionales con un ‘dress code’, y en su caso, de verdad, adecuado a su edad.