Distingue un buen roscón en tres simples pasos
Llevas todo el año esperando por él, aunque probablemente ya hayas catado alguno que otro desde primeros de diciembre. Y es que el roscón de Reyes es uno de los dulces más emblemáticos de la Navidad y el que nunca falla en todas las casas todos los 6 de enero. Pero, ¿son todos los roscones iguales?
Al ser un producto temporal que solo se consume una vez al año, la demanda es muy alta, por lo que muchos fabricantes comienzan su elaboración en el mes de agosto, de modo que el producto que llega a nuestras mesas ha sido elaborado con una gran cantidad de conservantes y congelado posteriormente para garantizar una mejor preservación y durabilidad en el momento de ser consumido. Por si fuera poco, a veces el precio que pagamos por ellos no se corresponde con el de un bollo elaborado con ingredientes básicos. Entonces, ¿cómo podemos distinguir un buen roscón de uno industrial?
Roscón artesano / Levadura Madre
Moncho López, artesano de las panaderías Levadura Madre nos da las claves para que aprendamos a elegir el mejor roscón a simple vista. En primer lugar, su aspecto es una de las pistas más importantes: si son todos iguales, probablemente su producción haya sido mecanizada y en masa. Los artesanos presentan formas irregulares puesto que se han hecho a mano. Del mismo modo, si están muy hinchados y pesan poco significa que se han empleado mucha levadura y gasificantes en su preparación.
La escasa cantidad de frutas escarchadas o almendras es otro de los síntomas de que un roscón es industrial. En estos casos, López revela que los ingredientes son lo más costoso del producto final, pues no se invierte en mano de obra. “Lo que realmente cuesta son las 10/12 horas de la persona que está trabajando el roscón”, afirma.
Por último, si viene envuelto en una bolsa de plástico también debemos desconfiar, ya que significa que su elaboración no es reciente. Se introducen en ellas para favorecer el proceso congelación durante meses.
Llevarte a casa un roscón de calidad es mucho más fácil de lo que piensas. Puede que su coste sea algo mayor, pero merecerá la pena invertir en un producto artesanal.