HABLAN LOS EXPERTOS

¿Es el divorcio el mejor lifting? Cristina de Borbón lo confirma a los 60: nuevo rostro y nuevo estilo

Recién divorciada, con domicilio propio en Barcelona y un estilo más luminoso, la infanta ha apostado por reconstruirse

Su transformación estética acompaña un giro vital más profundo: el de una mujer que vuelve a ocuparse de sí misma

Hablamos con especialistas en medicina estética y asesoras de imagen que han seguido de cerca su evolución

La infanta Cristina de Borbón durante la boda del príncipe Nikolaos de Grecia y Chrysi Vardinoyannis en Atenas, sin su característica verruga facial. (Gtres)
La infanta Cristina de Borbón durante la boda del príncipe Nikolaos de Grecia y Chrysi Vardinoyannis en Atenas, sin su característica verruga facial. (Gtres)
  • Rosa Torres
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La vida cambia en un instante. Te sientas a cenar y la vida que conocías se acaba. Lo escribió Joan Didion, pero bien podría aplicarse a la infanta Cristina, que este 13 de junio ha soplado las velas de su 60 cumpleaños con un balance vital que ni ella misma habría imaginado hace apenas unos años. Hermana del rey Felipe VI, exduquesa de Palma, y madre de cuatro hijos —Juan, Pablo, Miguel e Irene—, la hija de los reyes eméritos, Juan Carlos I y Sofía de Grecia, ha vivido una transformación pública y privada que la ha obligado a reinventarse en medio de la tormenta.

Divorciada oficialmente desde 2024 tras 26 años de matrimonio con Iñaki Urdangarin —una relación que se fracturó en 2022 cuando su entonces marido fue fotografiado paseando con Ainhoa Armentia, su compañera de trabajo—, ha pasado de ser un símbolo de estabilidad monárquica a convertirse en protagonista involuntaria del mayor escándalo de la Casa Real española desde la restauración. El caso Nóos, los casi seis años de prisión de Urdangarin por corrupción, los años de exposición, juicios y titulares no solo arrasaron su imagen pública: también pusieron a prueba su resistencia personal. Y, sin embargo, aquí sigue.

La infanta Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin durante el juicio del caso Nóos en Palma de Mallorca, en 2016. (Gtres)

La infanta Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin durante el juicio del caso Nóos en Palma de Mallorca, en 2016. (Gtres)

A día de hoy, la exduquesa vive a caballo entre Ginebra, Madrid y Barcelona, ciudad en la que ha vuelto a echar raíces. Se ha comprado un piso en la avenida Pedralbes, en el mismo edificio donde vivió con Iñaki cuando eran recién casados. La vivienda, en plena reforma desde enero, es más que una nueva dirección: es un símbolo de retorno, aunque no pretende instalarse de forma definitiva en España. En lo profesional, continúa como directora del área internacional de la Fundación La Caixa, entidad en la que trabaja desde 1993.

Los duques de Palma, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina de Borbón, durante su nombramiento como socios de honor del Círculo del Liceo, en 2009. (Gtres)

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina de Borbón, durante su nombramiento como socios de honor del Círculo del Liceo, en 2009. (Gtres)

En paralelo, ha iniciado su particular ‘operación renacer’. Se ha quitado la verruga facial que durante años fue parte de su identidad, ha adoptado una dieta pescetariana y ha incorporado una nueva rutina de cuidados. También su estilo ha evolucionado: menos encorsetado, más fresco, más acorde con su momento vital. ¿Algún retoque? Oficialmente, no. Y lo niega sin rodeos. Su rechazo a la cirugía estética tiene raíces familiares: su abuela, la reina Federica, falleció tras una intervención ocular estética en Madrid.

¿Se ha retocado la infanta Cristina a los 60?

El cambio físico de la hermana del Rey en los últimos años ha sido evidente, aunque sutil. Uno de los más comentados ha sido la desaparición de la característica lesión que tenía en el surco nasogeniano izquierdo. Según explica el Dr. Ernesto Pérez Hernández, médico estético de la Clínica FEMM, no necesariamente se trataba de una verruga: «Podría ser un nevus o un lunar con relieve». En cualquier caso, su eliminación no requeriría cirugía mayor. De hecho, existen técnicas como el láser CO2 o el llamado láser PLEXR que permiten tratar estas lesiones sin dejar apenas cicatriz, solo un ligero tono rosado durante unas semanas tras la intervención.

La infanta Cristina, luciendo su inconfundible verruga, sello distintivo de su imagen. (Gtres)

La infanta Cristina, luciendo su inconfundible verruga, sello distintivo de su imagen. (Gtres)

Sobre si ha pasado o no por manos de la medicina estética, el experto prefiere la cautela. “Es difícil de determinar cuando se trata de técnicas mínimamente invasivas que no dejan huella”, señala. Tratamientos como la mesoterapia con vitaminas, los peelings suaves o la luz pulsada intensa mejoran la calidad de la piel sin transformar el rostro, y en muchos casos se utilizan de forma preventiva. El resultado es una imagen más fresca y cuidada, sin cambios drásticos.

Cristina de Borbón reaparece sin su característica verruga. (Gtres)

Cristina de Borbón reaparece sin su característica verruga. (Gtres)

Lo que sí parece claro es que su dieta pescetariana —rica en ácidos grasos Omega 3, zinc o selenio— también podría estar jugando un papel en la salud de su piel. “El pescado y los mariscos tienen un efecto positivo sobre la hidratación y elasticidad cutánea”, apunta el médico.

¿Qué transmite su nueva imagen?

Una mezcla estudiada de contención y frescura. Eso es lo que proyecta ahora la infanta Cristina, en una metamorfosis que no escapa al ojo entrenado. Según las asesoras de imagen, Carmen Corral y Laura de Vicente, “manteniéndose fiel a esta línea clásica, ha ido introduciendo progresivamente cambios sutiles, pero significativos: formas más relajadas, tejidos estampados y, sobre todo, un mayor uso del color”. Todo apunta a que, tras el divorcio, ha decidido no solo pasar página, sino también reescribirse visualmente. Y no es casual. Las expertas coinciden: “Es como si desde este cambio de etapa, hubiera comenzado a dar importancia a sacarse un mayor partido a través de su imagen, lo que vemos también en su cabello. Frente a la melena castaña lineal que ha mantenido durante años, ahora lleva un corte ligeramente más largo, con capas que aportan movimiento y en un tono más claro, lo que otorga mucha luz a sus facciones y le rejuvenece”.

La reina Sofía, las infantas Elena y Cristina, e hijos de la infanta Cristina durante la boda de Teodora de Grecia en Atenas. (Gtres)

La reina Sofía, las infantas Elena y Cristina, e hijos de la infanta Cristina durante la boda de Teodora de Grecia en Atenas. (Gtres)

“El maquillaje también gana presencia, con un enfoque bastante más marcado en las últimas apariciones públicas. Esto eleva considerablemente el conjunto de su imagen”, afirman Corral y de Vicente. Aunque puntualizan con claridad: “Si bien, en nuestra opinión, optaríamos por tonalidades tierra o anaranjadas para elegir el colorete y polvos, dadas las características de sus rasgos, y un punto muy importante: propondríamos un diseño de cejas ligeramente más definido y en uno o dos tonos más claro, continuando con esa línea más joven y fresca que, sin duda, ahora busca”.

La infanta Cristina, disfrutando de un día en la playa. (Foto: Gtres)

La infanta Cristina, disfrutando de un día en la playa. (Foto: Gtres)

Aun así, su estilo no pierde el hilo de la tradición. “En conjunto, su estilo actual es aún clásico, coherente con su estatus y posición, pero con una inclinación mucho más moderna y jovial”. Es decir, no rompe con el protocolo, pero empieza a interpretarlo a su favor. Y eso, para las expertas, tiene un valor especial en una figura pública de su perfil. “Su imagen transmite responsabilidad, aunque también renovación, cierta flexibilidad y, ante todo, un mayor disfrute de sí misma, también a través de su imagen. Es un cambio positivo en todos los sentidos, que en su conjunto genera una imagen más cercana de cara a la población en general”.

La infanta no quiere deslumbrar. Pero sí quiere, y por fin se nota, gustarse.

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