Abrimos la maleta de Ivanka Trump en su viaje a Japón

Además de haberse convertido en una de las mujeres más influyentes y poderosas del mundo, algo que ha ocurrido gracias a la confianza que su padre, Donald Trump, tiene en ella, si por algo destaca Ivanka Trump es por su impecable gusto a la hora de vestir.

Aunque en numerosas ocasiones se ha criticado el papel que juega en el Gobierno de los Estados Unidos, pues muchas veces ejerce más como Primera Dama que la propia Melania, la verdadera batalla entre las dos mujeres más importantes en la vida del Presidente Trump se encuentra en sus armarios. El último enfrentamiento fashion lo protagonizaron ayer, mientras sacaban sus mejores prendas de abrigo con los tonos pastel como protagonistas.

La Primera Dama se decantó por el lila como tono de una pieza corta de doble botonadura firmada por Valentino para visitar la escuela Orchard Lake Middle de Michigan; la ‘Primera Hija’, por una sofisticada prenda en azul bebé, con cuello camisero y puños en blanco de Miu Miu, a su llegada al aeropuerto de Japón.

Ivanka viajó a al país asiático para asistir a la cumbre de empoderamiento de las mujeres a la que ha asistido como invitada del primer ministro japonés, Shinzo Abe. Su visita se ha producido tan solo dos días antes de que su padre y Melania realicen su particular Visita de Estado al país nipón; y, aunque no se producirá un enfrentamiento cara a cara entre las dos, puesto que la hija del Presidente pondrá rumbo a casa antes de que la comitiva aterrice en Japón, Ivanka Trump ha dejado el listón muy alto a su madrastra.

Para acudir a la mencionada conferencia, Ivanka apostó por un traje de color rosa cuarzo de chaqueta (1.290 euros) y minifalda (950 euros) firmado por Miu Miu. El look de Ivanka recuerda, en cierto modo, al traje que lució la popular Jackie Kennedy el día del trágico atentado contra la vida del entonces presidente J.F.K. No obstante, y a pesar de que la hija de Trump estaba realmente favorecida con su apuesta, su estilo ha generado un gran revuelo por la longitud de su falda, que podría resultar inapropiada y un sinónimo de provocación en el país anfitrión.

Antes de finalizar su viaje de dos días a Tokio, Ivanka resolvió su ‘metedura de pata’ rindiendo un pequeño homenaje a Japón con su vestido. Apostando por un kimono de inspiración oriental con una gran lazada de terciopelo en la parte frontal, la hija del Presidente estadounidense acudió a cenar con el Primer Ministro nipón. Sin duda todo un guiño a la cultura japonesa al que hasta los miembros de la realeza han terminado rindiéndose en numerosas ocasiones.

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