La historia de ‘Nufer’ el yate donde Fernando Fernández Tapias tocó el cielo de su felicidad
El empresario era un hombre que disfrutaba de los placeres de la vida y uno de ellos fue su yate
Perteneció a Fernández-Tapias y en él navegaron desde Isabel Preysler a los Aznar
Otro de sus ilustres dueños fue el coruñés Juan Carlos Rodríguez Cebrián, sobrino de Amancio Ortega
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Raro era que Fernando Fernández Tapias no acudiera al yate de algún amigo durante sus veranos en Marbella. Su presencia era una de las fijas y llegó un momento en el que sus amigos se empezaron a meter con él, preguntándole cuándo podrían ir ellos al suyo. El desaparecido empresario encajó el golpe con naturalidad y calló. Era uno de esos hombres que actuaba y un tiempo después cursó una invitación a esos colegas para una fiesta en un barco que resultó ser el suyo: «Bueno, este es mi yate», dijo mirando a la mar infinita.
Así era el barco de Fernando Fernández Tapias / Gtres
Corría el año 2007 cuando Fernández Tapias dio encargo al astillero Factoría Naval de Marín de fabricar un yate de 59 metros de eslora, cinco cubiertas, piscina, ascensor panorámico y un camarote para el armador de 60 metros cuadrados. Fue considerado como el más grande de España tras la retirada del mar del Fortuna. Lo boyante de sus negocios navieros le ha valido siempre tener una salud financiera notable. No era una de esas personas que escatimase en lujos y caprichos.
Eran unos tiempos en los que la diferencia entre tener un yate y no tenerlo era clave en la escala social. Años en los que quizá se gastaba más de lo que se podía o se tenía, pero quien poseía una embarcación de este lujo era considerado un privilegiado. El del empresario vigués fue bautizado como Nufer (Nuria-Fernando) en lo que era un claro homenaje a su mujer y madre de sus últimos dos hijos.
Fernando Fernández Tapias y su mujer Nuria Gonzalez / Gtres
A bordo de él dejaron imágenes históricas que guardarán un lugar muy emotivo en sus álbumes familiares. De hecho, no dudaban en posar ante los paparazi cuando Nuria estaba incluso embarazada. A su vez, el que fuera vicepresidente del Real Madrid con Florentino Pérez veía colmados sus deseos de poder navegar por el Mediterráneo a bordo de este suntuoso barco que no tuvo el final esperado. En él llegaron a montarse celebridades como Isabel Preysler o la familia Aznar.
La crisis de 2008 hizo acto de presencia. La gran depresión española obligó a Fernández Tapias a suspender el encargo del que iba a ser Nufer II. Porque quien quiere un yate pudiendo tener 2. Por fortuna para él, logró recuperar los 17 millones de euros que adelantó para su construcción.
Después de que Fernández Tapias lo disfrutara plenamente (dejó de hacerlo cuando arrancaron sus problemas de salud), el yate fue a parar a las manos de otro propietario.
Juan Carlos Rodríguez Cebrián, sobrino de Amancio Ortega / Gtres
Y no se trataba de uno cualquiera, sino que se lo vendió al empresario coruñés Juan Carlos Rodríguez Cebrián, sobrino político de Amancio Ortega, que lo rebautizó como Tumberry. Lo atracó en Sangenjo. Fue valorado en siete millones de euros, contaba con cuatro camarotes con baños, dos suites, cocina, comedor, sala de juegos, lavandería…
Una nueva vida le esperaba al primer Núfer. En 2015 fue comprado por Metalships&Docks, astillero especializado en la construcción y reparación en acero del Grupo Rodman. Ese mismo año lo compró un empresario chino que lo remodeló y que ha sido visto de cuando en vez de paseo por La Coruña.