El controvertido estilismo de Alba Díaz en el preestreno de ‘Las Berrocal’: ¿fuera de lugar?
La hija de Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz "El Cordobés" no pasó desapercibida
Un look que celebra el cuerpo, pero divide opiniones
El preestreno de 'Las Berrocal' tuvo lugar en el Edificio Telefónica, ubicado en plena Gran Vía de Madrid

Atrevida, poderosa y sin miedo al qué dirán. Así se presentó Alba Díaz, la hija de la diseañdora Vicky Martín, en el preestreno del reality Las Berrocal, la noche del 19 de mayo. El programa, disponible en Movistar+ desde el 20 de mayo, se centra en la vida de las mujeres de esta conocida familia andaluza. Para la ocasión, Alba confió en un diseño exclusivo de su madre, confeccionado en punto de seda negro, que moldeaba su figura con pliegues estructurados y cortes milimétricamente colocados a la altura de las caderas. Con cuello cerrado, pero una espalda completamente al descubierto —dividida por una fina tira que rozaba el límite del atrevimiento—, la propuesta transmitía una sensualidad rotunda y una gran seguridad. La silueta tipo reloj de arena, junto a las aberturas laterales, ofrecía un efecto visual impactante imposible de ignorar.
¿Estilo rompedor o exceso innecesario? El debate no tardó en surgir. Mientras muchos aplaudían la seguridad con la que la joven defendió una apuesta cargada de empoderamiento, otros la tachaban de «vulgar» o incluso «choni», argumentando que enseñaba demasiado. Lo cierto es que el diseño no pasó desapercibido: combinaba la sobriedad cromática del negro con un planteamiento estético moderno y provocador. Una prenda pensada para quienes no temen destacar, incluso a riesgo de provocar opiniones encontradas.
Ver esta publicación en Instagram
En redes sociales, las reacciones fueron igual de polarizadas: “Van espectaculares y cada una a su estilo”, comentaban algunos seguidores. Sin embargo, no faltaron las críticas más duras: hubo quienes calificaron el estilismo de Alba como excesivo e incluso llegaron a compararlas con “las Kardashian españolas».
‘Las Berrocal’, en el estreno de su documental en Madrid. (Foto: Gtres)
También se leyeron comentarios que marcaban una clara diferencia entre los estilismos de madre e hija: “Vicky y su madre, elegantes; pero Rocío y Alba, demasiado vulgares».
A favor de Alba Díaz – «Sexy y en tendencia»
Si eres de las que está a favor, habrás podido observar que el estilismo elegido por la hija de Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz «El Cordobés» encarna a la perfección esa nueva sensualidad sofisticada que domina las alfombras rojas contemporáneas. Alejada de la discreción tradicional, esta propuesta apuesta por realzar el cuerpo femenino desde una óptica audaz pero equilibrada. El nudo central, elemento clave del diseño, envuelve las curvas de manera estratégica, tapando esa parte de la ‘barriguita’ que no se quiere mostrar.


Alba Díaz en el estreno de ‘Las Berrocal’. (Foto: Gtres)
La protagonista indiscutible del conjunto es la espalda al descubierto, atravesada únicamente por una delgada tira central que añade dramatismo sin caer en lo vulgar. Se trata de un recurso estético que conecta con las propuestas de firmas como Mugler o Saint Laurent, donde la provocación se presenta como una forma de autoafirmación. Con un recogido limpio y un maquillaje neutro, potenciando las cejas (salvajes) y los labios que no compite con el vestuario, el resultado final transmite fuerza, seguridad y modernidad.
En contra – «Demasiado revelador, roza lo vulgar»
Quienes critican el estilismo sostienen que, si bien los cortes asimétricos y las aberturas estratégicas son tendencia, existe una línea muy fina entre lo sensual y lo excesivo, y que en este caso —afirman— se ha traspasado. El look proyecta una imagen que, para algunos, resulta excesiva.


La parte trasera del vestido Alba Díaz. (Foto: Redes Sociales)
En contextos donde se valora una estética más sobria o clásica, esta elección puede percibirse como un desliz. Aunque el color negro confiere siempre un cierto equilibrio visual, la ejecución de esta propuesta, centrada en mostrar, puede restar sofisticación. Para este sector más conservador, el vestido no realza la feminidad, sino que la expone con una intensidad que roza lo inapropiado.
Algunos comentarios señalaban que al caminar, el vestido generaba un efecto poco favorecedor: “parecía que se le hacía una especie de bolsa en la parte trasera”, apuntaban.