Querrás lo nuevo de La Cartuja de Sevilla, créenos
176 años de historia y un país entregado a las piezas de loza de La Cartuja de Sevilla. Vajillas que durante décadas han adornado las mesas de miles de familias españolas. Creaciones elaboradas de manera artesanal que, desgraciadamente, por su valor, así como por el clasicismo que representa su sello, han permanecido más tiempo en la vitrina que en el comedor.
En 2014, La Cartuja estuvo a punto de despedirse de nosotros definitivamente, después de entrar en concurso de acreedores. Tras de varios años de mala racha, la fábrica sevillana toma de nuevo las riendas de su proyecto empresarial con un objetivo claro: ampliar su nicho de mercado, focalizarlo en las nuevas generaciones y eliminar el concepto que los jóvenes tienen de estar utilizando el menaje de sus abuelas.
«El reto principal a día de hoy consiste en renovarla para convertirla en una empresa del siglo XXI, pero partiendo de sistemas de producción y piezas con 176 años de historia», explicaba recientemente Mario Vázquez Iriberri, socio y CEO de la firma, en la que actualmente trabajan 65 personas, al diario Expansión. «Todo esto incluye desde cambios en el propio proceso de producción y la forma de trabajar de nuestros artesanos, hasta la inclusión de nuevos profesionales especializados en las distintas áreas de la empresa: diseño, producto, marketing o mercado online e internacional».
Para conseguirlo, La Cartuja de Sevilla ha lanzado dos nuevas colecciones contemporáneas en las que han trabajado dos jóvenes e importantes figuras del mundo del Arte: Isaac Piñeiro y Carmen García Huerta.
Vega 175 x Isaac Piñeiro
El gallego Isaac Piñeiro ha sido el primer colaborador en diseñar para La Cartuja de Sevilla
Este joven diseñador gallego, instalado desde hace años en Barcelona, inaugura la primera serie de colaboraciones con la icónica fábrica de productos andaluza. Vega 175 se compone de jarrones, bandejas con contenedor, candelabros y perchas de marcadas líneas redondeadas que, junto al nombre, hace un guiño a las formas de los hornos de botella, una innovación que el fundador de la firma, Charles Pickman, trajo a Sevilla desde Inglaterra. Pero el homenaje a los clásicos de La Cartuja de Sevilla no acaba ahí, puesto que la colección rescata tipologías de piezas y técnicas de decoración que llevaban décadas en desuso.
Sus proyectos están basados en las formas simples y conceptuales con la idea de que perduren en el tiempo, algo que ha conseguido con esta nueva colaboración. “Su objetivo principal es crear productos intuitivos basados en una búsqueda de eficiencia en la concepción, producción y el diseño”, explican desde La Cartuja.
Georgica x Carmen García Huerta
Carmen García Huerta esbozando los diseños de su nueva colaboración con La Cartuja de Sevilla
La segunda persona implicada en los diseños que tratan de remontar La Cartuja de Sevilla en esta nueva etapa profesional Carmen García Huerta. Nacida en Madrid, la delineante es una de las ilustradoras de moda con más proyección internacional. Huerta ha trabajado para numerosas e importantes cabeceras de moda como la edición rusa y japonesa de L’Officiel, el Cosmopolitan francés o Glamour Alemania, pero también para importantes firmas como Louis Vuitton o Yves Saint Laurent.
Su colección, llena de colores y frescura, se inspira en los motivos exóticos tradicionales de la firma sevillana y está compuesta por un juego completo de platos, bandejas, tazas de café, un juego de té y varios boles de distintos tamaños. Una vajilla de 16 piezas en las que los clásicos dibujos vegetales y animales de La Cartuja, con cierto aire oriental, son los protagonistas.