Descubrimos qué se come en el Palacio del Elíseo
Entre los fogones del Palacio del Elíseo se cuecen muchos secretos a fuego lento. Varios son los presidentes y las primeras damas que han ocupado el sillón, pero solo dos los cocineros responsables de dar de comer a Sarkozy, Hollande o ahora a los Macron: Bernard Vaussion y Guillaume Gomez. El primero delegó el delantal en el segundo -su asistente- y este ahora ha publicado un libro que confiesa algunas anécdotas culinarias de los líderes galos.
Gomez es chef del Elíseo desde hace más de 20 años, tiempo suficiente para conocer en profundidad los gustos de las mujeres de los presidentes y de los mandatarios. Uno de los que más ganas teníamos de conocer era el secreto de Brigitte para lucir una figura espectacular a sus 64 años. “Madame Macron desea que se le sirvan diez frutas y verduras al día”, desvelaba el chef en el espacio C à vous del canal de televisión France 5.
A los entrevistadores les resultó extremadamente difícil sacarle algún titular al reputado chef, ya que respeta el compromiso de confidencialidad: “Se te concede una confianza y esa confianza hay que respetarla”. Sin embargo, sí que desveló que en las cocinas del Elíseo se concede mucha importancia a la variedad y la estacionalidad de los productos a la hora de elegir las frutas y verduras que configuran cada menú.
Brigitte aboga por un estilo de vida saludable, algo que a Macron le cuesta un poco más, ya que es sensiblemente más débil a ciertos ‘pecados’ alimenticios, como, por ejemplo, el Cordon Bleu (filetes de carne rellenos con jamón, queso y empanados) -que no pueden faltar en los planning de comidas del Elíseo- o las chocolatinas.
Otras recetas que el equipo de cocina tiene bien a mano son las patatas moulées, coquilles Saint-Jacques (vieiras gratinadas) o la sopa VGE (hecha de trufas negras y creada por el chef Paul Bocuse en tributo al expresidente francés Valerie Giscard D’Estaing).
El placer gastro de Sarkozy
Gomez cogió en 2013 el relevo en la cocina de la residencia presidencial francesa de Vaussion, toda una eminencia en los fogones. Fue este segundo el que también deslizó algunas anécdotas de anteriores presidentes. Por ejemplo, que Sarkozy era un gran amante del chocolate, pero nada más entrar al Elíseo pidió una modificación de su dieta en favor de carnes blancas, pescados a la plancha, hortalizas… Que Hollande era un verdadero gourmet o que Mitterrand era gran amante de los productos de mar, especialmente de las ostras.