7 verdades sobre los productos lácteos
Presentes en la gran parte de comidas que hacemos al día y en toda nuestra vida, los productos lácteos nos dan los nutrientes que necesitamos para que nuestro organismo funcione correctamente.
Veamos 7 verdades sobre los productos lácteos que quizás no sabías.
Crecimiento y desarrollo de nuestros huesos
Según Fenil, Federación Nacional de Industrias Lácteas, la leche, por su contenido en calcio, fósforo y proteínas, es un alimento necesario para el crecimiento y el desarrollo adecuado de los huesos. De manera que estos alimentos son necesarios a todo tipo de edad, ya sea niños o adolescentes, adultos y más mayores para que no tengamos los huesos debilitados.
Un montón de vitaminas
Desde el punto de vista de nutrición, a destacar que la leche engloba una gran cantidad de vitaminas: A, D, E y K, y en especial con la D que tanto necesitamos para reforzar nuestro sistema inmunológico.
Mantenimiento de los dientes
Según explican desde Fenil, tanto la leche, como el yogur o el queso, es decir, los lácteos en general, son una fuente importante de calcio, lo que contribuye a un correcto mantenimiento de los dientes. La salud bucal debe ser protegida al máximo si no quieres que los dientes se estropeen antes de lo debido.
¿Lactosa?
La Federación Nacional de Industrias Lácteas apunta a que el yogur y algunas variedades de quesos tienen bajos niveles de lactosa, por lo que estarían indicados en personas intolerantes a la lactosa, que han aumentado en los últimos años y que no pueden tomar según qué tipo de leche.
Un extra de calorías
En situaciones de desnutrición por baja ingesta, la nata y la mantequilla pueden aportar un extra de calorías y un aporte de vitamina A. Algo que necesitamos sí o sí para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Piel y vista
Hay más beneficios y verdades de los productos lácteos que quizás no sabías del todo: la vitamina A, contenida en los productos lácteos, también hace que la piel se mantenga correctamente y la vista.
Colesterol a raya
El ácido linoleico, ácido graso insaturado presente en la leche, según Fenil, contribuye a mantener los niveles de colesterol en sangre.