La última y forzada renuncia de Marta Luisa de Noruega
La Princesa pierde su título de manera temporal para poder desarrollar su carrera profesional junto a su novio
Marta Luisa a secas. La hija de Harald y Sonia de Noruega no utilizará más el título de princesa en sus actividades comerciales. Así lo ha confirmado la Casa Real nórdica en un comunicado oficial. “La princesa Marta Luisa, en consulta con su familia, ha decidido que de ahora en adelante no usará el título de princesa en sus actividades comerciales”. Una información que la hermana del príncipe Haakon ha querido recalcar en su perfil de Instagram. “Hemos llegado a la conclusión de que utilizaré el título de princesa cuando represente a la Casa Real y realice tareas oficiales”, ha matizado Marta Luisa, que hasta se ha creado una nueva cuenta de la popular red social para poder distinguir sus dos facetas con absoluta transparencia.
Esta decisión llega después de varias conversaciones con su familia, que no estaba muy conforme con que Marta Luisa utilizase su título para promocionar su actividad junto a su novio, Shaman Durek.
Pese a que la hija de Harald y Sonia de Noruega no dejará de ser princesa, no es la primera vez que Marta Luisa se enfrenta a una renuncia de estas características. En 2002, la princesa tuvo que prescindir de su título de Alteza Real a raíz no solo de su polémica boda con Ari Behn, sino porque ella quería ganar su propio dinero al margen de la Casa Real. Eso sí, esto no significaba que perdiera sus derechos dinásticos.
Curiosamente, en el momento en que anunció su romance con Shaman Durek, Marta Luisa aseguró a un conocido programa de televisión que no se planteaba renunciar a su título: “Soy una princesa. Nací en la familia real y no recibo dinero del Estado. No me planteo renunciar a mi título”. Al final, el caprichoso destino ha querido que, una vez más Marta Luisa tenga que ceder a las presiones externas y, aunque solo sea de manera puntual, tenga que dejar su título a un lado para poder desarrollar su carrera profesional junto al hombre al que ama. Lo que está claro es que a esta historia aún le quedan unos cuantos capítulos.