La Reina Isabel reaparece, dos meses después, para romper con la tradición británica
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Poco o nada se había vuelto a saber de la Reina Isabel desde julio. Durante ese mismo mes, la monarca británica hizo una aparición pública para visitar, de manera oficial, las instalaciones de la fundación Thames Hospice de Maidenhead, ubicada en el distrito de Windsor y al suroeste del río Támesis. Desde ese momento, muchas han sido las personas que se han preguntado cuál será el estado de salud de la soberana para permanecer alejada del foco mediático durante tanto tiempo, y antes de levantar cualquier tipo de sospecha, ha sido ella misma quien ha querido volver a la carga para citarse con la nueva ministra del Reino Unido, Liz Truss.
La Reina Isabel y Liz Truss en Balmoral / Gtres
Ha sido durante este mismo día cuando Balmoral ha sido el escenario perfecto para que tuviera lugar el recibimiento por parte de Isabel II al más alto cargo de la política del país. Un hecho que ha tenido lugar por primera vez en este enclave, dejando a un lado la tradición de llevarlo a cabo en Buckingham dadas las dificultades de la soberana para moverse, las cuales son bastante evidentes en las imágenes publicadas. De hecho, en estas instantáneas puede verse cómo la Reina, que ya camina muy lentamente, tiene además que ayudarse de un bastón para hacer estos desplazamientos con la mayor agilidad posible y sin riesgo alguno.
La Reina Isabel y Liz Truss en Balmoral / Gtres
En un comunicado emitido desde Palacio también han querido hacerse eco de esta breve reunión, la cual ya forma parte de la historia del Reino Unido por los cambios en el lugar en el que ha sucedido, y por la sucesión de Boris Johnson: “La Reina recibió hoy a Liz Truss en el Castillo de Balmoral. Su Majestad le pidió que formara una nueva Administración. La señora Truss aceptó la oferta de Su Majestad y fue nombrada Primera Ministra y Primer Lord del Tesoro”, explicaba el mensaje en cuestión, ciñéndose a la rigurosidad de un acto marcado por los protocolos y por las pautas inamovibles a seguir. Y es que, como marca la tradición inglesa, la monarca ha pedido únicamente a la nueva Primera Ministra que forme una nueva administración, a lo que ella ha respondido con un rotundo “sí” para dar así pistoletazo de salida a una nueva era.
La Reina Isabel y Liz Truss en Balmoral / Gtres
De esta manera, el evento conocido como “besamanos” se ha desarrollado con total normalidad, siendo esta la decimoquinta vez que Doña Isabel desempeña su papel a la hora de recibir la reverencia del nuevo jefe del Gobierno británico, siguiendo ésta de un apretón de manos para zanjar algo parecido a una “alianza” entre ambas instituciones. Un acto que, a lo largo de los años, ha sufrido varias alteraciones sobre todo palpables en el estado físico de la Reina, la cual cuenta con un aspecto mucho más frágil y longevo que en otras ocasiones, aunque eso sí, sin perder la profesionalidad y el saber estar que la caracterizan y que la permiten seguir siendo la pieza clave del trono de su país.