Primeras imágenes de Carlos III tras el revuelo de la autobiografía de su hijo Enrique
El príncipe Enrique lo ha vuelto a hacer. Después de la emisión de su docuserie en la que revela cómo ha sido realmente su relación con la Familia Real británica, el nieto de Isabel II ha escrito su propia biografía, desvelando acontecimientos dentro de Palacio desconocidos hasta la fecha. Aunque Spare estará disponible en las librerías el próximo 10 de enero, en España hubo un pequeño malentendido y se pusieron a la venta varios ejemplares cinco días antes. Es por ello que no han tardado en filtrarse algunas confesiones que no han sentado nada bien a la Corona británica.
Carlos III en un acto religioso en Sandringham / Gtres
Tras el revuelo causado, Carlos III ha hecho su primera aparición pública. Ha sido este domingo por la mañana cuando el monarca ha acudido a un servicio religioso celebrado en la iglesia de St. Lawrence, ubicada en la localidad de Castle Rising. Vestido con traje y corbata, el padre del príncipe Guillermo se ha mostrado de lo más relajado, mostrando una sonrisa en todo momento y saludando a los allí presentes. Eso sí, sin la compañía de la Reina Consorte, Camila Parker Bowles
Carlos III en un acto religioso en Sandringham / Gtres
Una reaparición que se ha producido justo cuando el príncipe Enrique concedía una entrevista en ITV en la que confesaba la culpa que había sentido tras la muerte de su madre, Diana de Gales y justo cuando ha salido a la luz que Carlos III habría tomado la decisión de prescindir de su hijo en su coronación, que se celebrará el próximo mes de mayo. Y es que, ha sido tal el revuelo causado -y el que causará tras la venta de sus memorias- que la Familia Real británica se está desvinculado por completo de sus declaraciones.
Carlos III en un acto religioso en Sandringham / Gtres
Su esperado discurso de Navidad
La última vez que el Rey Carlos se dejó ver fue el pasado 25 de diciembre. Con motivo del día de Navidad, el hijo de Isabel II pronunció un emotivo discurso cargado de simbolismo y un recuerdo a su madre. En el que ha sido su primera carta navideña como Rey, el monarca recordó la creencia de la difunta Isabel en Dios y «la luz eterna» en la bondad de las personas para ayudar a los demás: «La creencia de mi madre en el poder de esa luz era una parte esencial de su fe en Dios, pero también de su fe en las personas y es algo que comparto con todo mi corazón». Para ello, escogió la capilla de San Jorge del castillo de Windsor como escenario y pronunció el discurso junto a un enorme árbol de Navidad decorado con papel, vidrio y piñas, una forma de dejar constancia de su preocupación por la amenaza del medio ambiente. «Es una creencia en la extraordinaria capacidad de cada persona para tocar, con bondad y compasión, las vidas de los demás y hacer brillar una luz en el mundo que les rodea», añadió después el monarca, que disfrutó la Navidad en la residencia de Sandringham.