Más allá de Mallorca: las otras residencias españolas a disposición de la Familia Real

Como manda la tradición, cada año la Familia Real en la época estival posa ante las cámaras tras su llegada a Mallorca, su destino de vacaciones por excelencia. El Rey Felipe VI junto a sus hijas y su esposa da así la bienvenida al verano con la mejor de sus sonrisas. Aunque este año han paseado por los Jardines de Alfàbia, situados en el municipio de Bunyola, lo cierto es que normalmente suele ser el Palacio de Marivent el escenario escogido para la fotografía de la época. Este enclave real se encuentra ubicado en el núcleo turístico de Cala Mayor, en Palma de Mallorca.

Fue en 1973 cuando la Diputación de Palma decidió ceder la finca a don Juan Carlos y doña Sofía, quienes todavía disputaban el títulos de príncipes. Sin embargo, su construcción comenzó medio siglo antes por el ingeniero de origen griego Ioannes Saridakis. Después de su muerte, la familia traspasó la propiedad a las manos del gobierno provincial en 1965.  Su interior es de uso privado y es por eso que a día de hoy sigue generando un sinfín de curiosidades. Al no existir fotografías de su decoración, tan solo se puede conocer a través del testimonio de los afortunados que han acudido como visitantes.

Cabe destacar que el Palacio de Marivent no es la única residencia española que está a disposición de la Familia Real y es que el enclave mallorquí se une a una larga lista de lugares a la que sus majestades puede acudir siempre que así lo deseen.

La residencia Real de La Mareta

La Residencia Real de La Mareta está situada en el municipio de Teguise, en Lanzarote. Es otra de las residencias de la Familia Real gestionada por el Patrimonio Nacional. Fue el Rey Hussein de Jordania quien mandó construir esta casa para después regalársela al Rey Juan Carlos, el cual decidió cederla al Patrimonio Nacional. En 1993 la Familia Real frecuentaba por primera vez la residencia como lugar vacacional y a lo largo de todos estos años han vivido muchos momento en ella, desde la muerte de la madre del monarca hasta el recibimiento del año nuevo entre muchos otros.

El palacio de las Marismillas, Doñana

La finca de Las Marismillas se encuentra situada dentro de los límites del Parque Nacional de Doñana. Es utilizada por el organismo Autónomo de Parques Nacionales para funciones de representación del Estado. Fue en 1991 cuando adquiere un uso recreativo para los Reyes e incluso para lo presidentes el gobierno durante sus legislaturas. Se trata de una villa de más de 10.000 hectáreas que fue construida a principios del siglo XX. A día de hoy es un complejo de 18 dormitorios edificados en dos plantas. Echando la vista atrás, Alfonso XIII, abuelo del Rey Felipe VI era un habitual en la zona dada su pasión hacia la caza, por lo que durante años, se convirtió en uno de sus destinos fijos y favoritos.

Residencia de Santillana

Es posible que la Residencia de Santillana sea una de las más misteriosas de esta lista. Es una de las propiedades que el Canal de Isabel II posee en la Comunidad de Madrid y que, bajo el mayor secretismo, muchos presidentes y miembros reales han utilizado. Se trata de un chalé ubicado en Manzanares el Real, una localidad con vistas inmejorables al embalse y muy cercana a la prisión de Soto del Real. Cuenta con un amplio jardín y varias habitaciones, además de todo tipo de comodidades para sus huéspedes.

Aunque a día de hoy solo se hace referencia al uso político que se le da, lo cierto es que todo el mundo conoce a alguien que ha podido cruzarse en el pueblo con los Reyes. No hay ninguna prueba gráfica de ello pero el emblemático lugar y los alrededores lo hacen perfecto para formar parte de estas residencias a disposición real.