¿VIDAS PARALELAS?

Camila y María de Teck: dos romances dramáticos con un inesperado final en el trono

Camila Burger King
Camila Parker-Bowles en Colchester. / Gtres
  • Andrea Mori
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La historia de las diferentes monarquías en el mundo está llena de relatos que bien podrían dar para una novela, sobre todo, en lo que a conflictos y romances se refiere. Esto es algo que no ha cambiado con el paso de los años. Las intrigas palaciegas y las relaciones ‘prohibidas’ se siguen produciendo a día de hoy, aunque cada vez hay más ‘manga ancha’ y tolerancia a este respecto. Y si no, que se lo digan a Camila Parker-Bowles. Ella, que no dudó en espetarle a un joven príncipe Carlos que una de sus antepasadas había sido amante de uno de los del heredero y sugirió que ellos deberían hacer lo mismo, está a punto de ser coronada como reina consorte. Algo que, hace algunos años era totalmente impensable.

Carlos

Los Reyes Carlos y Camila en una visita a Brick Lane. / Gtres

En tiempos de Lady Di, por supuesto, nadie se planteaba que esa relación extramatrimonial del heredero -que, por cierto, había comenzado antes de conocer a su esposa-, pudiera acabar en boda, pero la realidad es que cuando tras la muerte de la Princesa finalmente el Príncipe se casó con la mujer de la que siempre había estado enamorado, pocos apostaban por que Camila fuera algún día coronada. Pues bien, la paciencia en el caso de la antaño duquesa de Cornualles ha sido, más que nunca, su mejor virtud, y el tiempo ha recompensado todas las injurias y ataques de las que fue objeto y que, por cierto, resultaron bastante más intensas que las que han apuntado los duques de Sussex para denunciar el acoso que ha sufrido Meghan Markle. Pero esa es otra historia.

Camila

La Corona de la Reina Madre, Isabel Bowes-Lyon. / Gtres

En apenas un mes, la reina consorte será coronada en Westminster junto al también paciente rey Carlos, que, por fin, con más de 70 años se ceñirá la Corona de San Eduardo -y también la Corona Imperial- y será ungido en una ceremonia solemne, pero reducida. Como es lógico, Camila también llevará su propia corona y para evitar polémicas, ha elegido recuperar la Corona de la Reina María, y así no tener que hacer uso de la de la Reina Madre, que lleva todavía el diamante Koh-i-Noor, que tantos quebraderos de cabeza ha ocasionado a la institución. La India ha exigido el diamante, alegando que el Koh-i-Noor fue sacado ilegalmente de su territorio.  Pakistán también ha hecho reclamos, y presionado a Gran Bretaña para que se lo devuelva. Además, se cree que el diamante tiene una maldición que no funciona sólo cuando es una mujer quien lo lleva, ya que todos los hombres que lo han tenido, o han perdido sus tronos, o han caído en desgracia.

Es cierto que esta pieza también estuvo en las coronas de la Reina María y de la Reina Alexandra pero, hasta la fecha, su destino final ha sido la de la Reina Madre, de manera que, al evitar el uso de la misma, Camila -y por ende, Carlos-, evita especulaciones y, además, hace gala de una de las máximas de su reinado: el compromiso con la moderación y la sostenibilidad.

María de Teck en un retrato oficial. / Gtres

Como ya hemos dicho, la elección de la Corona de la Reina María está cargada de significado. Más allá de las modificaciones que la Reina Consorte vaya a hacer, con el objetivo de adaptarla a su gusto y para poder incluir a través de varios de los diamantes Cullinan un guiño a la Reina Isabel, lo cierto es que la vida de la esposa del Rey Carlos y la de la Reina María tienen más cosas en común que lo que Camila podría tener con la Reina Madre, más allá de que Isabel  Bowes-Lyon fuera todo un referente para el nuevo monarca.

Camila

La Reina María en la Coronación de Jorge V. / Gtres

La abuela de la Reina Isabel no tuvo una vida fácil en lo que respecta al amor, algo en lo que recuerda a la propia Camila, cuyos comienzos con el entonces heredero fueron arduos y dramáticos. Y es que, al igual que Camila nunca habría sido Reina Consorte de haber vivido Diana de Gales -incluso aunque la pareja se hubiera divorciado-, María de Teck tampoco tendría que haber ocupado este lugar en la monarquía (ya que su prometido murió prematuramente).

María de Teck

María de Teck en una imagen de archivo. / Gtres

La esposa de Jorge V perdió al que iba a ser su marido antes incluso de la boda. Alberto Víctor era el hombre con el que tenía que haberse casado, duque de Clarence e hijo de los entonces príncipes de Gales, los después Reyes Eduardo VII y Alejandra. Fue en el año 1891 cuando el Palacio de Buckingham anunció el compromiso de la princesa María con el Príncipe, con la mala suerte de que, a un mes de la boda, Alberto Víctor murió en Sandringham, a consecuencia de una neumonía por la gripe rusa. María quedaba, en principio, fuera de la Familia Real.

Sin embargo, el destino quiso que María de Teck se comprometiera con el hermano del que iba a ser su marido, Jorge y nuevo heredero al trono. Cuando murió Eduardo VII, la pareja sucedió a los Reyes y su Coronación se celebró un año después, con la pieza que ahora va a llevar Camila Parker-Bowles. Dos reinas consortes unidas por una historia dramática en el amor con un final aparentemente feliz. Y es que de puertas para adentro de los muros de Palacio es complicado saber qué ocurre en realidad.

María de Teck en una imagen oficial con el rey Jorge V. / Gtres

Un año más tarde, se celebró la ceremonia de coronación y María de Teck se convirtió en reina consorte con la corona que el próximo mayo se usará para la ceremonia de coronación de Camilla, una reina que al igual que ella entró en la familia real de una manera inesperada y que se ha convertido, a día de hoy, en una de las figuras más relevantes. Sin duda, la Historia da muchas veces giros que son más propios de la ficción que de la realidad.

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