El ‘juego de tronos’ en Italia que ha dejado fuera de juego a una princesa influencer
Manuel Filiberto de Saboya ha dado marcha atrás a su decisión de ceder los derechos al trono de Italia a su hija
La princesa Victoria de Saboya tendrá que esperar a que llegue su momento
La muerte de Víctor Manuel de Saboya ha abierto una nueva etapa entre los sucesores del polémico príncipe, hijo del último rey de Italia y la ex deportista Marina Doria. Su sucesor natural es su hijo Manuel Filiberto de Saboya, sin embargo, hace unos meses cedió este título a su hija mayor, Victoria de Saboya, para que fuera ella la depositaria de los derechos dinásticos al extinto trono italiano -que, por cierto, también llevan décadas en disputa con otra rama de la familia, pero esa es otra historia-. Una posibilidad que la nieta de Víctor Manuel no tenía antes, ya que antes estaba vigente la Ley Sálica que no permitía a las mujeres reinar, pero esto se cambió en 2019.
Sin embargo, todo apunta a que la situación de Manuel Filiberto de Saboya ha cambiado tras el fallecimiento de su padre. Y es que, apenas unos días después de los funerales de Víctor Manuel, justo en la fecha en la que su padre habría cumplido 87 años, ha compartido un texto en su memoria que, curiosamente, aparece precedido de su nombre y el título de duque de Saboya.
Un detalle que, de no ser porque cedió el título a su hija mayor, no tendría más importancia, pero, lo cierto es que, legítimamente, ahora es Victoria la que ostenta este título y la sucesora de su abuelo. El príncipe Manuel Filiberto renunció públicamente a sus derechos dinásticos en favor de su hija, después de los cambios en la sucesión.
Un trono inexistente en medio de una disputa
Aunque de momento ni Victoria ni su padre se han pronunciado al respecto, todo apunta a que Manuel Filiberto tiene la intención de ejercer como jefe de la Casa, pese su anterior postura. No obstante, llegado el momento, será su hija mayor, que apenas tiene 20 años, la que le suceda.
Sin embargo, no es esta la única polémica que acecha a la Casa de Saboya. Es más, desde hace mucho tiempo que existen dos ramas que se disputan los derechos a un trono que nunca volverá a ocuparse desde que se abolió la monarquía en 1946. Estamos hablando de los Saboya y de los Saboya-Aosta, que han protagonizado más de un desencuentro e incluso han llegado a las manos, como ocurrió hace dos décadas en la boda de don Felipe y doña Letizia cuando Víctor Manuel y Amadeo acabaron a puñetazo limpio, ante la atónita mirada de los presentes.
Manuel Filiberto de Saboya con su padre en una imagen de archivo. / Gtres
Fallecidos estos dos, sus herederos mantienen una relación más cordial, al menos de cara al público. De hecho, el príncipe Aimón acudió al funeral de Víctor Manuel de Saboya y le dio el pésame a Manuel Filiberto, aunque esto no significa que no exista disputa entre ambas ramas. El tiempo dirá si la guerra se recrudece o se mantienen en una entente cordiale.
Victoria, princesa desplazada
La realidad es que la gran ‘perjudicada’ en estos momentos es la hija mayor de Manuel Filiberto de Saboya. Aunque no hay constancia de que se haya llegado a un acuerdo privado, de cara a la galería lo que se percibe es que el hijo de Víctor Manuel directamente ha dado marcha atrás a su anterior decisión y ha optado por ostentar los títulos de duque de Saboya y mantener el de príncipe de Venecia.
La princesa Victoria de Saboya en una imagen reciente. / Gtres
Títulos que, por derecho, tendrían que haber recaído en su hija mayor tras su renuncia, aunque no parece que la joven esté preocupada, dado que, tarde o temprano, ella será la que los ostente. Quizás mejor, porque puede concentrarse en sus estudios y en su faceta como influencer.