Ingrid de Noruega recupera un abrigo de Mette-Marit y marca estilo en su debut oficial en Islandia
La princesa Ingrid Alexandra de Noruega ha dado un paso significativo en su evolución como figura institucional
Este martes, 8 de abril, Ingrid de Noruega ha hecho su debut en una visita de Estado en Islandia
La princesa Ingrid de Noruega ha captado la atención tanto por su simbolismo como por su estilo en Islandia

La princesa Ingrid Alexandra de Noruega ha dado un paso significativo en su evolución como figura institucional durante su reciente debut este martes, 8 de abril, en una visita de Estado en Islandia. Acompañando a sus abuelos, los reyes Harald y Sonia, así como a sus padres, el príncipe heredero Haakon y la princesa Mette-Marit, Ingrid se ha presentado en la recepción oficial a la presidenta islandesa Halla Tómasdóttir con una imagen que ha captado la atención tanto por su simbolismo como por su estilo.
Este acto marca su primera aparición oficial como princesa en funciones, consolidando su rol dentro de la agenda diplomática noruega y anticipando su futuro como heredera al trono. Hasta ahora, la joven de 21 años había tenido intervenciones públicas limitadas a eventos nacionales o familiares, pero esta ocasión ha supuesto su primer contacto con la representación institucional de alto nivel. Su debut no sólo ha sido impecable desde el punto de vista protocolario, sino también estratégico desde lo comunicativo: Ingrid ha logrado proyectar continuidad, elegancia y una identidad sobria, sin necesidad de declaraciones grandilocuentes ni de protagonismo excesivo, según los expertos.

Uno de los aspectos más comentados ha sido su elección de vestuario, que no sólo ha cumplidocon los estándares del protocolo, sino que ha sido una verdadera declaración de intenciones. La princesa ha lucido un abrigo blanco de la firma Brock Collection, una prenda prestada del armario de su madre, la princesa Mette-Marit. Esta decisión no es casual: el gesto de heredar el estilismo de su madre habla de continuidad, de valores familiares, y de respeto por la tradición, mientras que la forma en que Ingrid lo ha llevado demuestra su capacidad para adaptarlo a su estilo personal.
El abrigo, de corte midi, con una silueta ligeramente acampanada y líneas limpias, ofrece un equilibrio perfecto entre modernidad y clasicismo. Además, el blanco impoluto es sinónimo de solemnidad, sin dejar de transmitir juventud y frescura. Ingrid ha combinado esta pieza con una discreta diadema blanca, un clutch metálico con textura barroca decorado con hilos azules que representan patrones arabescos de la firma Sarah’s Bag, y unos salones nude de Michael Kors. La princesa Mette-Marit lo estrenó el abrigo en 2018 y, desde entonces, no había vuelto a llevarlo. Siete años más tarde, ha sido su hija quien le ha dado una segunda vida, recuperándolo con acierto para esta ocasión tan especial.




Ingrid de Noruega en Islandia. (Foto: Gtres)