La infanta Elena y Jaime de Marichalar: el presente dispar de los protagonistas de un divorcio ‘fantasma’

El complicado acuerdo de divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha ocupado los titulares de los mejores medios. En un primer momento querían llegar a un pacto después de la mayoría de edad de Irene Urdangarin, pero sus respectivos abogados todavía no han llegado a ningún punto en común.

Este tema ha puesto encima de la mesa otro debate muy interesante que está relacionado con la infanta Elena. El 13 de noviembre de 2007, hace 17 años, un portavoz de la Zarzuela anunció que iba a «cesar temporalmente su convivencia» con Jaime de Marichalar.

¿Por qué se habla de ‘divorcio fantasma’? Porque ninguno de los dos han confirmado este hecho públicamente, a pesar de que llevan haciendo vidas distintas desde hace casi dos décadas. Lo cierto es que el presente de Jaime de Marichalar y Elena de Borbón no puede ser más disparo. Jaime sigue llamando la atención de los expertos en crónica social, pero ha adoptado una postura mucho más discreta. Por su parte, la hermana del Rey Felipe mantiene la misma línea y continúa acaparando el mismo número de portadas.

El final de una familia feliz

La infanta Elena se lo pensó mucho antes de dar el paso definitivo y separarse del padre de sus hijos, Victoria Federica y Felipe Juan Froilán. A pesar de que los humores empezaron meses antes de la confirmación de esta noticia, los cuñados de Felipe y Letizia siempre habían dado la imagen de ser una familia feliz, campechana y unida. Entonces, ¿qué pasó para que todo cambiase de un momento a otro?

El «cese temporal de la convivencia» de los duques de Lugo se hizo público en 2007, pero echando la vista atrás no son pocos los que se han dado cuenta de un detalle importante. La sospechas comenzaron en 2001, justo cuando Jaime de Marichalar sufrió una isquemia cerebral mientras hacía deporte en un gimnasio de Madrid.

La infanta Elena y la infanta Cristina han seguido caminos paralelos, pero con grandes diferencias. Elena de Borbón lleva una vida completamente distinta a la de su exmarido, pero nunca se han enfrentado públicamente. Es más, en los últimos meses se han acercado por el bien de los hijos que tienen en común.

Jaime de Marichalar, muy unido a Victoria Federica

A sus 60 años, Jaime de Marichalar tiene una brillante carrera como empresario y ha tenido oportunidad de ayudar a su hija a cumplir su gran sueño. Victoria Federica ha desatendido los consejos de la infanta Elena y ha apostado fuerte por su carrera de influencer. Marichalar le ha abierto las puertas de un mundo repleto de glamour. Ambos tienen muchos gustos en común y esto les ha unido.

En el lado opuesto encontramos a la hermana del rey Felipe, quien no está de acuerdo con el estilo de vida que lleva Victoria Federica. Le gustaría que adoptase una postura más discreta, un perfil del estilo de Irene Urdangarin. Sin embargo, Vic, como le llama su círculo más íntimo, se ha dado cuenta de que tiene mucho talento y está dispuesta a triunfar.

La infanta Elena y Jaime de Marichalar, una historia de ensueño

Los duques de Lugo se casaron el 18 de marzo de 1995 en la catedral de Sevilla. Se conocieron en París, donde él trabajaba en la banca. La infanta se encontraba allí estudiando Literatura Francesa y por aquel entonces estaba enamorada del jinete olímpico Luis Astolfi. Este último no pudo aguantar la presión mediática y en el último momento decidió que no quería formar parte de la Familia Real.

Luis Astolfi viajó a Francia para tener un encuentro con Elena de Borbón y explicarle sus nuevas intenciones. La relación terminó bien y continuaron siendo buenos amigos, pero Elena se quedó muy tocada y fue entonces cuando conoció a Jaime de Marichalar. El empresario y economista le ayudó a superar su mal momento y terminó robándole su corazón.

A pesar de que llevan prácticamente dos décadas separados, nunca han confirmado el divorcio. El anuncio que hizo la Casa Real únicamente hablaba de un «cese temporal», cese que se ha extendido demasiado. En la actualidad llevan vidas completamente distintas, aunque siempre estarán conectados por dos motivos importantes: Victoria Federica y Froilán