Casa Grimaldi

El importante título que ostenta Gabriella de Mónaco, hija de Charlene y Alberto, desde que nació

No será reina, pero ya actúa como toda una princesa de pleno derecho

Nació el 10 de diciembre de 2014, junto a su hermano gemelo, Jacques

Es bisnieta del príncipe Rainiero III y de la actriz Grace Kelly

La princesa Gabriella de Mónaco en una foto de archivo. (Gtres)
La princesa Gabriella de Mónaco en una foto de archivo. (Gtres)

En el siempre elegante y mediático Principado de Mónaco, cada aparición de los hijos de los príncipes soberanos es seguida con atención. Y esta vez, ha sido la hija de Charlene y Alberto II quien se ha robado todas las miradas. Nacida el 10 de diciembre de 2014, apenas dos minutos antes que su hermano gemelo, Jacques, la joven aristócrata ha crecido rodeada de protocolo, cámaras… y cariño popular.

Aunque su nacimiento precedió al del actual príncipe heredero, las leyes del Principado —más concretamente la ley sálica aún vigente— dieron prioridad al varón en la línea sucesoria. Por eso, el pequeño Jacques ostenta el título de marqués de Baux y será quien herede la corona. Sin embargo, su hermana no quedó en segundo plano.

El 9 de julio de 2025, los príncipes de Mónaco inauguraron en Francia la Plaza Princesa Gabriella junto a sus hijos. (Gtres)

El 9 de julio de 2025, los príncipes de Mónaco inauguraron en Francia la Plaza Princesa Gabriella junto a sus hijos. (Gtres)

Desde el primer momento, la niña fue distinguida con un título de notable tradición: el de condesa de Carladès. Esta antigua distinción, vinculada desde el siglo XVII a la casa Grimaldi, tiene su origen en la región de Auvernia, en el sur de Francia. Aunque no implica poder político, representa un símbolo de estatus, legado y pertenencia histórica dentro de la familia real.

Pero más allá de los títulos, la hija de los soberanos monegascos empieza a mostrar una presencia pública cada vez más sólida. Lo dejó claro esta misma semana, cuando protagonizó su primer acto oficial como figura central del evento. Y lo hizo por todo lo alto: con discurso incluido, en un impecable francés que dejó sorprendidos —y encantados— a los presentes.

La princesa Gabriella de Mónaco durante la ceremonia de bienvenida en Mur-de-Barrez. (Gtres)

La princesa Gabriella de Mónaco durante la ceremonia de bienvenida en Mur-de-Barrez. (Gtres)

La cita tuvo lugar el pasado 9 de julio en Carladès, tierra que da nombre a su título nobiliario, y fue organizada para conmemorar los 20 años del príncipe Alberto como jefe de Estado. Acompañada por sus padres y por su hermano mellizo, la joven fue una de las protagonistas indiscutibles del día. No solo por su desenvoltura en el escenario, sino por un gesto que emocionó a todos: quiso rendir homenaje a su bisabuela, Carlota, madre del príncipe Rainiero, posando en el mismo lugar en el que ella estuvo más de un siglo atrás. Sosteniendo entre sus manos una antigua foto en blanco y negro, logró conmover a los asistentes con una sencillez que traspasó el protocolo.

Este debut no solo marcó un hito en la corta pero prometedora trayectoria institucional de la joven condesa, sino que confirmó su creciente papel dentro del Principado. Lejos de limitarse a ser “la hermana del heredero”, empieza a labrarse una identidad propia, que conjuga tradición, carisma y sentido de la historia. Aunque no está destinada a reinar, todo indica que seguirá teniendo un lugar relevante en la vida oficial de Mónaco. Y si este primer discurso es una muestra de lo que vendrá, el Principado puede sentirse más que orgulloso de la nueva generación que se prepara para representarlo.

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