El verdadero guardián de Charlene en Mónaco en su momento más difícil

La princesa Charlene lleva varios meses ausente de Mónaco debido a una infección que se ha complicado y que, por ahora, no le ha permitido regresar a casa. Han sido muchos los rumores que han surgido en torno a la esposa del príncipe Alberto a lo largo de las últimas semanas, especulaciones que, a pesar de que la pareja ha intentado por todos los medios silenciar, lo cierto es que no han cesado. Desde que se anunciara hace ya más de una década, los comentarios en torno al matrimonio han sido una constante, sobre todo por las repetidas ausencias de la Princesa en Mónaco y su poco frecuente presencia en actos oficiales. Sin embargo, tanto Alberto como Charlene han intentado por todos los medios reforzar su compromiso el uno con el otro y dar una imagen de unidad, más aún ahora que se encuentran separados por miles de kilómetros.

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A pesar de que la exnadadora ha hecho alguna declaración en medios sudafricanos apuntando a que desea volver cuanto antes a casa y que el príncipe Alberto ha dicho recientemente que su recuperación avanza de manera positiva, lo cierto es que, a fecha de hoy, Charlene permanece en Sudáfrica y no hay fecha concreta para su vuelta. Es más, las imágenes más recientes que han visto la luz sobre la Princesa han despertado todas las alarmas sobre su situación. En varias publicaciones en redes sociales se ve a la esposa de Alberto de Mónaco muy delgada, con el rostro enjuto y cansada. La Princesa sigue manteniéndose activa a pesar de las circunstancias y, de hecho, está ejerciendo como mediadora en el conflicto por la herencia y la sucesión del rey de los zulúes, con quien mantenía una estrecha amistad. A esto hay que añadir la reciente intervención a la que se ha sometido, una más en una larga lista.

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Durante estos meses en los que Charlene se encuentra en Sudáfrica, el príncipe Alberto ha tenido que buscar nuevos apoyos para los compromisos oficiales. Sus hijos pequeños han jugado un papel vital en esta cuestión, ya que le han acompañado a algunos compromisos menos formales. Como era de esperar, tanto Estefanía de Mónaco, pero en especial Carolina, han sido el mayor apoyo para el soberano, que ha contado también con sus sobrinos, Pierre, Charlotte y Andrea Casiraghi, los Ducruet, Camille Gottlieb y Alexandra de Hannover de manera puntual. Hasta la llegada de Charlene a Mónaco era Carolina quien ejercía, de facto, las tareas de ‘primera dama’, de manera que no es una cuestión que le resulte ajena.

Sin embargo, entre la piña de los Grimaldi ha destacado una figura cuya presencia es una constante en la actividad de Mónaco desde la entrada de Charlene en la vida de Alberto. Se trata de Gareth Wittstock, hermano de la exnadadora. Gareth ocupa un lugar muy destacado en el día a día del Principado, de hecho, se ha ganado el apodo de ‘el conde de Mónaco’, para algunos círculos de la sociedad del país, que ven con recelo y critican que no falte a las citas más destacadas de los Grimaldi.

De la misma manera que Charlene, Gareth nació en Zimbabue, pero creció en Sudáfrica. Es ingeniero informático, pero dejó a un lado esta faceta laboral para volcarse en la Princesa, y se trasladó a Mónaco con ella cuando se anunció el compromiso. Fue precisamente allí donde conoció a su actual mujer, Roisin Gavin, con quien se casó en 2015 en una ceremonia a la que asistieron los Príncipes. La pareja tiene una hija, Kaia-Rose, a la que suele verse de manera habitual junto a los pequeños Jacques y Gabriella, una de las últimas veces, antes del verano en una de las carreras de Fórmula E. Además, Gareth es el padrino de la princesa Gabriella.

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El hermano de Charlene desempeña un papel muy destacado dentro de la fundación de la Princesa, en concreto, ejerce de secretario general. Además, tiene un apartamento cerca de Palacio, por si en algún momento Charlene le necesita. De hecho, en alguna ocasión ella misma ha dicho que lo peor de estar en Mónaco es no poder tener cerca a su familia, motivo por el cual Gareth se mudó. El cuñado del príncipe Alberto invirtió en sus primeros años en uno de los Starbucks que hay en Mónaco, pero su atención está centrada en la fundación.

Ambos están fuertemente unidos, algo que él mismo ha recalcado en alguna entrevista: “nuestro vínculo es muy fuerte, la veo de manera regular”, aseguró en 2005. Sin embargo, por ahora se ha mantenido muy hermético sobre la evolución de la Princesa quien, sin duda, puede estar muy tranquila porque cuenta con el mejor representante en Mónaco. No obstante, la presencia de Gareth entre los Grimaldi en este delicado momento para Charlene ha sido cuestionada ya que, si tan fuerte es su vínculo…. ¿cómo es posible que no haya optado por estar con ella? Está claro que hay algún motivo detrás.