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El ambicioso plan del príncipe Carlos: cambios drásticos para una nueva era

Príncipe Carlos
El príncipe Carlos en una imagen de archivo. / Gtres
  • Andrea Mori
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La pasada semana, en el marco del setenta aniversario de la fecha en la que asumió la Corona, la Reina Isabel emitió un sorprendente comunicado. La monarca anunció su deseo de que Camilla Parker-Bowles reciba el título de reina consorte en el momento en el que el príncipe Carlos sea rey. Un gesto con el que la Reina Isabel no solo reconoce el papel de la duquesa de Cornualles, sino que además, cierra la puerta a cualquier tipo de especulación en torno al título de la esposa de Carlos de Inglaterra, después de que en los últimos años se haya hablado de la posibilidad de que, al igual que el duque de Edimburgo, fuera considerada princesa consorte. Un detalle por parte de la Reina Isabel con el que el príncipe Carlos se ha mostrado muy agradecido ya que Camilla ha sido su mayor apoyo a lo largo de los años.

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A pesar de que siempre se ha dicho que Camilla podría llevar un título diferente debido a las circunstancias que han rodeado su relación con el heredero, la realidad es que en un futuro no va a ser así. La duquesa de Cornualles siempre ha intentado mantenerse en un segundo plano y ejercer su labor con la mayor profesionalidad, sobre todo porque ha tenido que competir casi constantemente con la sombra de Diana. Más aún, ella misma no utiliza el título de princesa de Gales por respecto a la memoria de la que fuera primera esposa del heredero, aunque por derecho y posición le corresponde. Será por tanto Kate Middleton la próxima princesa de Gales, aunque en el caso de la duquesa de Cambridge, en realidad nunca ha estado en entredicho el título que llevaría.

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El príncipe Carlos y la Reina Isabel en un partido de polo. / Gtres

A sus noventa y seis años y tras su muerte, cabe destacar que el compromiso de la Reina Isabel con la institución ha sido muy férreo y ahora ha llegado la hora de ceder su puesto al príncipe Carlos, que se ha convertido en el eterno heredero a la espera. El príncipe de Gales asumirá el trono, a una edad muy diferente a la que lo tuvo que hacer la monarca.

A pesar de esta realidad que nunca se ha cuestionado, las últimas informaciones en torno a la investigación que se está llevando a cabo sobre la fundación del Príncipe y la resolución del caso de Andrés de York han supuesto un duro golpe para la Corona. Aunque el heredero ha asegurado que no tiene ningún conocimiento sobre intercambio de títulos y honores a cambio de dinero en su fundación, algunos medios sí que apuntan a que la reina Isabel ha sido la que ha apoyado económicamente al duque de York. Esto supone un perjuicio para la institución, ya que al no haber juicio, no ha quedado demostrada la inocencia de Andrés y su imagen está cada vez más dañada. 

Una familia real reducida

No se conocen muchos detalles sobre los planes del Príncipe ahora que su madre no está. Es posible que cambie de nombre para hacer un guiño a alguno de sus antepasados -algo habitual en los reyes-, o lo mismo prefiere seguir los pasos de la Reina Isabel y mantener su nombre tal cual. Lo que sí está claro es que la familia real se enfrenta a una serie de cambios que van más allá de un relevo generacional.

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El príncipe Carlos con Camilla Parker en un acto. / Gtres

Según ha trascendido, la intención del príncipe Carlos es reducir ‘La Firma’ a su expresión más fundamental, para así evitar gastos innecesarios. Esto supone que va a dejar fuera a muchos miembros que en estos momentos cumplen tareas de representación, sea de manera regular o puntual. Tal es el caso de los primos de la Reina Isabel, como los príncipes Michael de Kent, los duques de Gloucester o los duques de Kent. En esta situación tiene sentido porque todos ellos ostentan puestos muy alejados de la sucesión.

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La reina Isabel con el príncipe Carlos. / Gtres

Sin embargo, los cambios que quiere Carlos pueden afectar a otras personas de su entorno, incluidos la princesa Ana y los condes de Wessex, o el príncipe Andrés. Este último ya está completamente desvinculado de la familia real y aunque su situación ha cambiado, no se espera que vuelva a retomar su actividad, pero llegado el momento, cuando sea Carlos rey, podría quitarle más privilegios o incluso excluir a sus hijas de algunas citas. Es cierto que, a pesar de la constante insistencia del duque de York, no ha conseguido nunca que las princesas Beatriz y Eugenia tengan un rol de representación y trabajen para la Corona, algo en lo que, según se comenta, ha tenido mucho que ver el príncipe de Gales. En lo que respecta a la princesa Ana o a los condes de Wessex, restringir su labor podría no ser muy positivo para ‘La Firma’, que se quedaría con muy pocos miembros a la hora de afrontar todos los compromisos que se les presenten.

Así las cosas, a partir de las reformas del nuevo rey, la familia quedará reducida Carlos y Camilla y los duques de Cambridge y sus hijos. Dado que Harry y Meghan ya han abandonado ‘La Firma’, no se contempla su inclusión en el nuevo núcleo, pero algunas fuentes además apuntan a que antes de todo el Megxit, el príncipe de Gales ya había decidido que la familia de su hijo menor no sería parte de la estructura de la Corona.

El plan del príncipe Carlos es que solo los herederos al trono y sus familias inmediatas, ya que esto supone reducir el apoyo económico del Gobierno y también la protección policial que financian los ciudadanos. De la misma manera, también supone modernizar la institución, ya que una monarquía tan extensa acaba siendo un lastre. Llegado el momento, se verán todas las repercusiones de este ambicioso proyecto.

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