El Galatasaray pierde a Morata: la historia detrás de su salida y el futuro de su familia
Álvaro Morata y Alice Campello ponen fin a su etapa en Turquía tras seis meses
La familia vivió un año complicado, entre la reconciliación en Milán, la presión mediática y problemas de salud
A un año de su ruptura, la pareja reafirma su compromiso familiar mientras enfrenta un futuro incierto


Álvaro Morata y Alice Campello han anunciado oficialmente el fin de su etapa en Turquía, cerrando un ciclo marcado por la reconciliación familiar, pero también por profundas dificultades profesionales. La familia llegó a Estambul hace seis meses con gran ilusión, acompañada por sus cuatro hijos, buscando un nuevo comienzo tras su reencuentro en Milán. Sin embargo, la experiencia en el Galatasaray ha terminado de forma abrupta y con un mensaje público cargado de gratitud hacia la afición turca, pero también de decepción por el incumplimiento de acuerdos contractuales por parte del club.
Morata, a través de un comunicado, ha agradecido el cariño y la calidez recibida desde el primer día por los aficionados y la ciudad, pero no ha ocultado su frustración por la falta de respeto profesional que ha sufrido. «Hasta el final, los compromisos adquiridos no se cumplieron, hasta el punto de que no tuve más opción que renunciar a parte de mi salario y a otros derechos contractuales que ya había ganado con mi trabajo», explica el delantero, subrayando que el respeto y la equidad son principios irrenunciables para él.
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La llegada de la familia a Turquía fue celebrada con entusiasmo y esperanza. Alice Campello destacó en varias entrevistas la tranquilidad que encontraron para criar a sus hijos en Estambul, lejos del constante escrutinio mediático que vivieron en otras ciudades. Sin embargo, la estabilidad profesional no llegó y las tensiones se tradujeron en una situación insostenible para Morata y su entorno. Este desenlace ocurre justo un año después de que la pareja sorprendiera al mundo anunciando su separación en agosto de 2024, tras meses de incomprensiones que desgastaron su relación. Tras cinco meses de vidas distanciadas, volvieron a apostar por su familia en enero de 2025, mostrando públicamente su compromiso y amor renovado.
Los últimos meses no han sido sencillos para la pareja, que además de los retos profesionales, ha tenido que enfrentarse a episodios de gran presión mediática y personal. En junio, Alice denunció en redes sociales insultos y amenazas hacia su familia tras un penalti fallado por Morata en un partido decisivo, evidenciando la dureza del mundo digital. Además, Alice sufrió una operación urgente en Nueva York que la mantuvo alejada de eventos importantes y preocupó a sus seguidores.
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Durante este período, el delantero también estrenó un documental, No sabes quién soy, en el que mostró su lucha contra problemas personales como la depresión y los desafíos que vivió en su vida privada y profesional. Este proyecto sirvió para humanizar al futbolista y acercar a la audiencia a su realidad más íntima.
Ahora, con la salida de Morata del Galatasaray, la familia vuelve a afrontar una encrucijada que podría llevarles a cambiar de residencia y replantear su futuro tanto deportivo como personal. A pesar de las dificultades, la pareja insiste en que su prioridad sigue siendo el bienestar familiar y el apoyo mutuo. Con este capítulo cerrado, Álvaro Morata y Alice Campello ponen punto y final a un año de turbulencias, reconciliaciones y crecimiento, demostrando que, pese a los obstáculos, el amor y la unidad familiar siguen siendo su motor principal para enfrentar lo que venga.