Fe

Santuario de la Virgen de la Montaña, el lugar sagrado donde María Guardiola se renueva por dentro

El PP ganó las elecciones autonómicas de Extremadura con 29 escaños, consolidando a María Guardiola como presidenta

Días antes de los comicios, la candidata recurrió a la fe con una visita a su santuario de cabecera

María Guardiola, en una imagen simbólica con el Santuario de la Virgen de la Montaña como fondo.
María Guardiola, en una imagen simbólica con el Santuario de la Virgen de la Montaña como fondo.
  • Rosa Torres
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Mientras los platós y las tertulias se preguntan qué pasa ahora en Extremadura, María Guardiola hizo lo que suele hacer cuando necesita silencio: subir a la Montaña. No para hacerse ver, sino para recogerse. Antes de exponerse a las urnas, antes del ruido, eligió un gesto íntimo y muy cacereño: rezar en el Santuario de la Virgen de la Montaña. Lo contó en redes con palabras sencillas, sin grandilocuencias: «Un día para renovar la esperanza, y en un lugar que significa mucho para mí». Luego, lo esencial: familia y amigos.

Guardiola, baronesa del PP y ganadora de las elecciones en Extremadura, con 29 diputados, uno más que en 2023, nació en Cáceres en diciembre de 1978. Su acento la delata y su memoria también. Cuando habla de infancia, lo hace con imágenes domésticas: la casa de los abuelos, el olor a café recién hecho, las tostadas de la mañana. Y los veranos en la Sierra de Gata, Descargamaría o Robledillo, esos lugares a los que uno vuelve cuando necesita perderse para encontrarse.

De pequeña soñó con ser Teresa de Calcuta. O matemática. Dos deseos que no chocan tanto como parece: vocación social y rigor. Estudió en Santa Cecilia y luego Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Extremadura. La vida no empezó fácil. Se crió sin su padre desde los tres años. Su madre, Dolores, maestra de Educación Infantil, sacó adelante a María y a su hermano Fernando en casa de la abuela. Más tarde llegaron nuevas hermanas, Blanca y Carmen, y una familia recompuesta que hoy es refugio.

También lo es la música. Robe Iniesta, con Decidir como una de sus canciones de referencia, Alejandro Sanz y Tina Turner. En campaña, incluso Rosalía. En casa, un hijo de 17 años, Jorge, futbolero y con inquietud política, y una hija de 14, Carmen, pianista disciplinada. Una vida normal atravesada por un cargo público.

Y, sin embargo, como decíamos,hay un punto fijo. Un alto en el camino. El Santuario de la Virgen de la Montaña se levanta desde el siglo XVIII en la cresta afilada de la sierra de la Mosca, a unos 600 metros de altitud. A un lado, peñascos y barrancos. Al otro, una ladera amable que baja hacia la ciudad. Barroco por dentro, de una sola nave, con capillas laterales dedicadas a Santa Ana y al Cristo de la Salud, y un retablo churrigueresco que acoge la imagen de la Virgen, venerada desde el siglo XVII y patrona de Cáceres desde 1906. Antes se llamó de la Encarnación, por esa grandeza rocosa que recordaba a Montserrat.

Santuario de la Virgen de la Montaña. (Foto: Wikipedia)

Santuario de la Virgen de la Montaña. (Foto: Wikipedia)

No es casual que Guardiola suba allí. La Montaña impone y calma. Desde arriba, Cáceres se ve pequeña y ordenada. Los problemas, también. En ese mirador de fe, la política se queda abajo y la persona respira. «Gracias de corazón por vuestro cariño, por el inmenso apoyo en el camino recorrido», escribió.

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