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No es la más popular de los hijos de Carolina de Mónaco, tampoco la que tiene un perfil más mediático, pero sí es la única que lleva un título nobiliario. Alexandra de Hannover, la menor de las hijas de la hermana del príncipe Alberto es princesa por derecho por propio, no por la materna, sino por su padre. La joven, que mantiene una actitud mucho menos expuesta que la de cualquiera de sus hermanos, tiene tratamiento de Alteza Real, que está por encima del de Alteza Serenísima que llevaba su madre antes de casarse con el príncipe Ernesto de Hannover.
Alexandra de Hannover paseando por Saint Tropez. / Gtres
Aunque Carolina no ha hablado nunca públicamente sobre esta cuestión, varias fuentes apuntan a que la hermana de Alberto de Mónaco no se divorcia de su ex pareja -que mantiene una relación desde hace tiempo con la hija de Pitita Ridruejo, con la que vive en España-, por no perder el título de princesa de Hannover, además de por ponerle trabas a Ernesto en caso de que quiera volverse a casar o tener más hijos, lo que podría alterar la sucesión. Todo apunta a que Carolina seguirá siendo, sine die, princesa de Hannover.
Alexandra de Hannover en una boda con su madre y su novio. / Gtres
Pero su hija menor, a diferencia del resto -que están incluidos en la sucesión al trono del Principado, pero no llevan título alguno-, no solo es princesa de Hannover, sino que tiene tratamiento de Alteza Real y, durante un tiempo, incluso estuvo incluida en la línea dinástica del Reino Unido -derecho que perdió al convertirse al Catolicismo, pero ese es otro tema-.
Alexandra cumple este 20 de julio 24 años y lo hará, probablemente, al lado de su novio, Ben Sylvester Strautmann, con el que mantiene una relación estable desde hace tiempo. De hecho, Alexandra ya se ha dejado ver con él en el Baile de la Rosa que, para el entorno Grimaldi, suele ser la prueba de fuego de cualquier noviazgo de la familia. El joven alemán ya ha superado este reto y, aunque de momento no parece haber planes de boda, quizás dentro de un tiempo nos sorprendan con alguna otra noticia. Con los Grimaldi nunca se sabe.
Alexandra de Hannover en un Baile de la Rosa. / Gtres
Desde siempre, Alexandra, que mantiene una relación estrecha con sus hermanos y con sus cuñadas, ha sido como el ojito derecho de su madre, la princesa Carolina. Algunas fuentes dicen que incluso por encima de Carlota Casiraghi, a pesar del parecido físico entre ambas. También con sus hermanos por parte de Ernesto de Hannover, tanto con Christian como con Ernesto Augusto, con los que, por cierto, la propia Carolina de Mónaco se lleva fenomenal.
La princesa Alexandra de Hannover en una imagen de archivo con sus padres. / Gtres
Sin embargo, con el que parece que no media palabra es con su padre. Algo que no resulta tan extraño, dado que Ernesto lleva tiempo enfrentado con su hijo mayor por temas relacionados con el patrimonio familiar y con el único que ha llegado a un punto más que cordial es con Christian, que reside en Madrid con su familia.
Cuando Carolina y Hannover rompieron -aunque no se hayan divorciado-, Ernesto no solo se marchó de Mónaco, sino que renunció a su hija menor, que se quedó con su madre. El nacimiento de Alexandra se produjo pocos meses después de la boda de sus padres, es más, el embarazo de Carolina fue, en realidad, el motivo por el cual la pareja se casó -si no, quizás, la hermana de Alberto de Mónaco nunca habría recibido el título al que tanto se aferra y que su madre Grace Kelly siempre quiso para ella-.
Alexandra de Hannover y su novio, Ben Strautmann / Gtres
Desde la marcha de Ernesto de Mónaco, apenas se ha tenido constancia de encuentros entre el Príncipe y su hija menor, pero no se sabe si ha sido por voluntad propia o por una condición impuesta. Sí se sabe, por ejemplo, que durante muchos años hubo un rumor sobre el primer matrimonio de Carolina según el cual, el príncipe Rainiero le había dicho a Junot que si la pareja tenía hijos y se separaba, los niños se quedarían en Mónaco en cualquier caso. Algo que, quizás, también ha ocurrido en el caso de Alexandra, sobre la que ha sido la hermana de Alberto de Mónaco la que ha tomado las decisiones sobre su educación. Es más, cuando en 2018 se convirtió al catolicismo, dio un fuerte golpe a la herencia de su padre, ya que quedaba fuera de la línea de sucesión al trono inglés en el que figuraba por ser princesa de Hannover.
Ernesto Hannover y Claudia Stilianopoulos dando un paseo. / Gtres
A día de hoy no se sabe con exactitud en qué punto está la relación padre e hija, no se tiene constancia de que haya habido encuentros entre ambos, aunque algunas fuentes apuntan a que se ven al menos una vez al año y que Alexandra ha estado al corriente de sus problemas de salud. No obstante, con los que sí está en contacto es con sus hermanos paternos, Ernesto Augusto y Christian, este último es el que más cerca está de Hannover, pues ambos residen en la actualidad en España.