Shakira comienza el año con un importante giro en su carrera musical
La colombiana ha dado buena cuenta de su visión para los negocios con su último movimiento profesional
Shakira fue, junto con Jennifer Lopez, la estrella de la pasada edición de la final de la Super Bowl gracias a la impresionante puesta en escena musical y visual que ofrecieron en directo a todo el mundo y que confirmo que ambas artistas son dos de las reinas de la música de los últimos tiempos, a pesar de que las nuevas generaciones llegan pisando fuerte. Pero la pandemia paralizo la cultura en todo el planeta, aunque no la agenda de la colombiana que en mayo anunciaba que empezaba a preparar su nuevo trabajo musical, tres años después de publicar ‘El Dorado’. Pero además ha estado también inmersa en la grabación de ‘Girl like me’, el nuevo sencillo de los ‘Black Eyed Peas’ donde la de Barranquilla hace una colaboración muy especial, tanto en la canción como en el videoclip. El hit ya es todo un éxito y hace solo una semana la propia cantante celebraba los 152 millones de visitas que había recibido el single
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Pero además la mujer de Piqué ha comenzado el año dando un giro radical a su carrera. ¿Cómo? Vendiendo los derechos de autor de su catálogo a un fondo de inversión que cotiza en Londres. Ha sido la propia firma, Hipgnosis Songs Fund, la que ha confirmado la adquisición de los derechos de 145 canciones de la barranquillera, aunque no ha querido dar más información sobre los pormenores del acuerdo con «la reina de la música latina», como así han denominado a Shakira. El fundador de Hipgnosis, Merck Mercuriadis, ha dicho además que «es una de las compositoras más serias y exitosas de los últimos 25 años, habiendo escrito o coescrito prácticamente todas las canciones que ha grabado».
Por su parte, la ganadora de tres premios Grammy también se ha pronunciado tras la firma de la venta de los derechos de autor. «Sé que Hipgnosis será un gran hogar para mi catálogo. Cada canción es un reflejo de la persona que era en el momento en que la escribí, pero una vez sale al mundo, también pertenece a quienes la aprecian», ha reconocido la artista que a los ocho antes ya componía sus primeras canciones.
La creadora del ‘Waka Waka’, ha vendido más de 80 millones de discos y cuenta con millones de seguidores en las distintas plataformas musicales, tales como Spotify y Youtube. Con la venta de su catálogo de canciones, Shakira se suma a la lista de artistas que han hecho lo mismo. Bob Dylan vendió los suyos hace algo más de un mes a Universal Music Group. Una operación de la que tampoco se conoce una cifra exacta, aunque THE NEW YORK TIMES asegura que superaría los 250 millones de euros.
¿Por qué ha vendido?
Según Forbes, esta práctica está en auge en los últimos tiempos debido al apogeo de las plataformas de streaming que han hecho que los catálogos de música aumenten su valor. Y cita el último informe de la Asociación de Medios Digitales 2020 Streaming Forward Report, que habla de un aumento del 21% en los ingresos por reproducción de música respecto al año anterior. Siendo esta una de las primeras razones que destaca el digital por las que los autores estarían llevando a cabo esta práctica.
Aunque no se conocen detalles financieros de la operación, la cantante podría haber obtenido suculentos beneficios fiscales/Gtres
Pero Forbes apuesta principalmente por los beneficios fiscales. Y es que los músicos deben abonar el 20% de las ganancias que obtienen con sus creaciones, lo que incluye la venta de los álbumes o las reproducciones en streaming, entre otros. Si por el contrario tuviesen que pagar impuestos ordinarios, el porcentaje sería del 37% del total de los beneficios. Aunque algunos compositores pueden ahorrarse más dinero ya que, en Estados Unidos, todo depende del estado en el que se resida.
Por último, otra de las razones por las que vender las canciones puede ser el hecho de que la pandemia ha paralizado, entre otras cosas, las giras musicales. Y aunque muchos cantantes han seguido trabajando a través de sus redes sociales, ofreciendo recitales y conciertos especiales, que han servido de alternativa, pero que no sustituye a las millonarias ganancias que se obtienen con los conciertos.