Hablas los expertos

¿Qué se ha hecho en la cara Gema Ruiz? Médicos estéticos comentan el cambio que ella nunca admite

Ella siempre dice que solo se retocó la nariz… pero su rostro revela mucho más

No es un “cambio puntual”, sino un rediseño facial consciente

Gema Ruiz junto a Juan Díaz en una boda en Valencia. (Foto: Gtres)
Gema Ruiz with Juan Diaz during the wedding of Natalia Santos Yanes and Esteban Rivas Traba in Valencia on Saturday, 29 June
  • Rosa Torres
    • Actualizado:

La reaparición de Gema Ruiz en la presentación del libro La Digna Heredera ha devuelto todas las miradas a su rostro, muy distinto al que conocimos en los años 2000. Ella sostiene que solo se retocó la nariz, pero los cambios visibles –en estructura, volumen, proyección y textura- se corresponden con técnicas propias de la medicina estética moderna. Expertos consultados por Look explican qué procedimientos generan exactamente estos resultados y por qué su fisonomía actual responde a un rediseño facial sostenido en el tiempo, mucho más elaborado que una simple rinoplastia.

Más de veinte años después de protagonizar uno de los divorcios más mediáticos de la democracia -cuando Francisco Álvarez-Cascos, entonces vicepresidente del Gobierno, la abandonó por otra mujer-, Gema ha regresado a la escena pública con una imagen completamente distinta a la que recordábamos. Su transformación no se limita a un afinamiento nasal: es un lenguaje estético completo, convertido hoy en su biografía visual.

Gema Ruiz y Juan Díaz forman un matrimonio muy sólido. (Foto: Gtres)

Gema Ruiz y Juan Díaz forman un matrimonio muy sólido. (Foto: Gtres)

Tras aquellos años de sobreexposición y posterior retirada, rehízo su vida personal junto al empresario Juan Díaz, con quien se casó en 2012, y mantiene desde entonces una existencia mucho más reservada.

Del rostro suave al contorno esculpido

De los 90 a la actualidad: el antes y después de Gema Ruiz. (Foto: Gtres)

De los 90 a la actualidad: el antes y después de Gema Ruiz. (Foto: Gtres)

En su primera etapa mediática tenía un rostro más plano y dulce: mejillas lisas, mandíbula redondeada y labios finos. Era la estética femenina delicada propia de finales de los 90. Su versión actual responde, en cambio, al canon contemporáneo: pómulos altos, mandíbula definida, arco marcado y labios voluminosos. Es una geometría nueva, imposible de atribuir al simple paso del tiempo.

Cómo se ha construido este cambio

La rinoplastia (que ella misma admitió en 2012) fue solo el primer paso. A partir de ahí, el rediseño facial se ha basado en técnicas destinadas a restaurar y proyectar volumen en zonas estratégicas. En el tercio medio, el protagonismo está en los pómulos, hoy mucho más elevados y con proyección diagonal. Según explican los especialistas, este resultado “se logra con ácido hialurónico de soporte inyectado en plano profundo, que no rellena, sino que ancla y eleva, creando un efecto lifting sin cirugía”. De ahí la sensación de rostro más terso y afilado.

Gema Ruiz posando durante el programa de televisión Mira quién baila (2007). (Foto: Gtres)

Gema Ruiz posando durante el programa de televisión Mira quién baila (2007). (Foto: Gtres)

La mandíbula, antes redondeada, aparece ahora con contorno firme y ángulo marcado: un efecto típico del llamado jawline contouring. “Este tipo de perfilado compensa la pérdida de soporte blando y dibuja una base ósea más definida”, añaden. Es lo que estiliza el óvalo y aporta esa sensación de “rostro esculpido”.

Los labios son seguramente el cambio más evidente respecto a su etapa televisiva. El aumento se mantiene tan estable con los años (sobre todo en el labio superior y visto de perfil) que no encaja con los rellenos temporales actuales. Tal y como explica el experto en medicina estética José Manuel Gómez Villar, este tipo de resultado suele deberse a los biopolímeros que se utilizaban en los años 2000: materiales permanentes que no se reabsorben y que, con el tiempo, pueden dejar pequeños relieves internos. En palabras simples: era lo que antes se conocía como “silicona en los labios”, un método antiguo que daba volumen fijo y que hoy casi no se usa porque no se puede retirar fácilmente.

Gema Ruiz en la actualidad. (Foto: Gtres)

Gema Ruiz en la actualidad. (Foto: Gtres)

En la zona superior del rostro se aprecia una mirada más abierta y sin arrugas marcadas, algo que suele lograrse con el uso regular de neuromoduladores. Tal y como explica el doctor Antonio Durán, especialista en Biri Murias Advance Beauty, estos tratamientos no solo suavizan las líneas de expresión, sino que también permiten elevar ligeramente la ceja y despejar el párpado.

En lenguaje sencillo, los neuromoduladores actúan relajando los músculos que provocan las arrugas cuando gesticulamos. No rellenan ni cambian los rasgos, sino que ayudan a que la piel se vea más descansada y luminosa, manteniendo la naturalidad.

Por último, la textura de la piel (uniforme, luminosa y con brillo satinado) apunta a tratamientos de bioestimulación y skinboosters, responsables de la llamada “piel de foco”, imposible de lograr únicamente con maquillaje.

Lo último en Actualidad

Últimas noticias