Paula Echevarría: "Estamos tratando de salvar nuestro matrimonio"
Dos semanas después de que la ruptura entre Paula Echevarría y David Bustamante se hiciera pública la pareja sigue sin hacerlo oficial. Su separación es un hecho que se ha hecho más evidente que nunca durante estas vacaciones de Semana Santa, en las que ambos han descansado por separado y se han turnado a la pequeña Daniella como cualquier otro matrimonio roto. Sin embargo, lo mucho que su separación está dando que hablar ha motivado que Paula abandone su retiro mediático -ese al que llegó tras su última aparición pública que terminó en llanto- para sacar las uñas por su todavía marido.
“Jamás permitiré que hagan daño a David. Es el padre de mi hija y la persona que amo”, ha dicho la actriz a sus amigos. Según informa la revista ‘Corazón’, la asturiana no está dispuesta a consentir que se siga hablando del estilo de vida de su pareja y que se le siga considerando el malo de la película. “Adoro a David, le amo y él a mí. Las cosas no son siempre blancas o negras”, ha confesado la actriz dejando entrever que su ruptura puede no ser definitiva. De hecho, de manera contundente ha afirmado: “Estamos tratando de salvar nuestro matrimonio”.
David Bustamante junto a su hija Daniela / Gtres
Estas últimas palabras de Echevarría van en la misma línea de las pronunciadas por su marido hace solo unos días. “Hay un distanciamiento, pero no es definitivo”, decía el cántabro a las puertas de su casa de San Vicente de la Barquera. Aunque su matrimonio está roto en la práctica -hacen vida por separado-, ellos, de momento, prefieren ser cautos y no hacer oficial la disolución de su matrimonio.
Un matrimonio cuyo final algunos fechan en 2014 cuando David y Paula firmaron unas capitulaciones. Sobre este asunto uno de los protagonistas afirma: “Se hicieron unas capitulaciones más por temas fiscales que porque nos fuéramos a separar. No tiene nada que ver”.
Entre tanto, la pareja tiene que volver a la rutina tras unos días de desconexión en sus respectivas tierras. La pareja regresará a Madrid pero lo hará por separado y pernoctando en casas diferentes. Ella permanece viviendo con su hija en el hogar familiar mientras que él, instalado en casa de un amigo, busca una nueva residencia cercana a Villanueva de la Cañada.