Recuerdos de la infancia

Jaime Peñafiel confiesa sus divertidas anécdotas con los Reyes

A sus 86 años, Jaime Peñafiel demuestra que no existe edad para mantener viva la ilusión de los Reyes Magos y nos desvela sus divertidos momentos que vivió cuando era más joven

Jaime Peñafiel
Jaime Peñafiel y su mujer / Gtres
  • Alberto Ardila
  • Periodista especializado en crónica social, exclusivas y televisión.
    • Actualizado:

No estamos en una semana más. La llegada de los Reyes Magos de Oriente el este 6 de enero hace llenar de ilusión los hogares. No hace falta ser un niño para disfrutar de esta fiesta con emoción e impaciencia por abrir los regalos y el caso de Jaime Peñafiel lo demuestra. A sus 86 años, el periodista sigue manteniendo intactos los sentimientos de fascinación que le genera la llegada de SSMM de Oriente.

[Peñafiel: «Como esposa, doña Sofía ha sido muy desgraciada»]

LOOK se ha puesto en contacto con él para que nos cuente tres divertidas anécdotas relacionadas con los Reyes. La primera es que sigue puntual a su cita con la carta de deseos cada año. También reconoce que cuando pedía algún regalo y finalmente se lo traían le gustaba menos que si no se lo esperaba, una anécdota cuanto menos curiosa.

Jaime Peñafiel

Jaime Peñafiel es un experto en Casa Real / Gtres

Su padre inculcó a los 5 hermanos la pasión por la Navidad y los Reyes Magos, hasta el punto de coleccionar todas y cada una de las cartas que Jaime Peñafiel y sus hermanos echaban en el buzón cada año. Su progenitor colocaba cada noche del 5 de enero los regalos en su despacho, pero se tenía que levantar a las 05:00 AM al día siguiente porque tenía a sus hijos agolpados en la puerta esperando a que la abriese para poder abrir las regalías.

La increíble cifra que se gastó en un regalo para su mujer

Jaime Peñafiel también nos ha confesado una anécdota que le sucedió hace algunos años. Era una víspera al día de Reyes sobre las 21 horas de la noche, el tiempo se le echaba encima y no tenía ningún regalo para su mujer. Desesperado, se paró en el escaparate de Joyería Suárez y el dependiente -gran amigo suyo- le invitó a entrar.

Jaime Peñafiel y su mujer Carmen / Gtres 

Agasajado con una copa de champagne, le comentó su situación desesperada y le tranquilizó mientras le daba una bolsa con el regalo para su esposa que «le iba a encantar seguro». La confianza de Peñafiel con el establecimiento le dio la posibilidad de pagarlo unos días después. El regalo resultó ser un brillante espectacular que cautivó a Carmen Alonso, pero por el que tuvo que desembolsar más de un millón de las antiguas pesetas. La ilusión por los Reyes Magos no conoce de límites.

Lo último en Actualidad

Últimas noticias