El blog de Paloma García-Pelayo

El misterio de Isabel Preysler

Era una gran desconocida cuando llegó a España en los años setenta procedente de su natal Filipinas. María Isabel Preysler Arrastia, aquella exótica joven que enamoró a Julio Iglesias, fue poco a poco consolidando su presencia en la sociedad española. Muchos aún se preguntan cuál es su secreto. Este jueves cumple 70 espléndidos años.

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Es la número uno. Isabel Preysler cumple setenta y sube el listón a lo más alto en cuanto a imagen. ¡Cómo es esta mujer! Sé que muchas la han intentado imitar alguna vez, incluso lo siguen haciendo, aspirando a parecerse un poquito a ella, la más elegante, siempre en línea y perfecta. Pero imitarla es imposible. Isabel Preysler es única en lo suyo: imantar a quien la ve, a quien la escucha; gustar. De nuevo reina un cumpleaños más en portada de la revista ‘¡Hola!’, vestida de color rojo, con escote palabra de honor, maquillaje y peinado perfecto y un arma infalible: su sonrisa.

Isabel Preysler

Isabel Preysler es sinónimo de elegancia / Gtres

Admiro mucho más a otro tipo de mujeres que no son ni tan guapas, ni tan elegantes ni tan perfectas y que tienen otro tipo de vida, pero hoy toca hablar de Preysler, de esa musa que ha inspirado durante décadas a la prensa del corazón, portada tras portada, aunque también ocupó páginas de actualidad política cuando enamoró al exministro socialista Miguel Boyer, y por supuesto en las revistas de moda. Es una de las mayores influencers de nuestro país desde mucho antes que se inventara el término. Durante los últimos cuarenta años, todo aquello que llevara Isabel Preysler era imitado por miles de mujeres. Su melena, sus vestidos impecables, sus pendientes largos de los ochenta, su escote, sus carísimos bolsos, su manicura y pedicura perfecta… Pero quizá era su vida lo que realmente siempre ha llamado la atención.

Su reinado comenzó de la mano de Julio Iglesias. Se conocieron en una fiesta de Tomás Terry en 1970. «Fue amor a primera vista. Tenía cierta distancia. Era una mujer bellísima, oriental, la miraba todo el mundo», explicaba en una entrevista el cantante. Su matrimonio fue un verdadero bombazo.

Julio Iglesias e Isabel Preysler se casaron un 29 de enero de 1971. Sus nombres siempre han estado ligados gracias a sus tres hijos en común/Gtres

Julio Iglesias e Isabel Preysler se casaron un 29 de enero de 1971. Sus nombres siempre han estado ligados gracias a sus tres hijos en común / Gtres

Desde aquel día de enero de 1971, como dijo el sacerdote que celebró el matrimonio, la vida ya no seguiría igual. Fue en Illescas (Toledo). La novia embarazada y una España en los últimos años de dictadura. Había que irse lejos y no llamar la atención, pero fue imposible. La prensa abarrotó la iglesia. El cuento era hermoso y tendría final feliz, al menos durante unos 7 años. Tuvieron 3 hijos, Isabel, Julio y Enrique, pero la fulgurante carrera de Julio, sus continuas ausencias acabaron con el matrimonio. Isabel se cansó y dijo hasta aquí. Cuando se separaron fue cuando Isabel Preysler inició su verdadero camino hacia el éxito. Se ocupó de sus hijos hasta que llegó el terrible secuestro del doctor Iglesias, el padre de Julio, el 29 de diciembre de 1981. En la madrugada del 17 de enero de 1982, el Grupo Especial de Operaciones lo liberó en Trasmoz (Zaragoza). El cantante siguió la operativa desde Miami. ETA, la Policía, supuestos pagos de varios millones de dólares. Julio nunca volvió a ser el mismo y decidió, junto a Isabel, llevarse a sus tres hijos a Florida (Estados Unidos) a vivir. No, la vida no sería nunca igual. Pero ella ya había tomado otro rumbo un par de años antes. Conoció a Carlos Falcó, marques de Griñón, dicen que durante un pase privado de la película “Fiebre del sábado noche”. Aún estaba casada, pero el fracaso de su matrimonio con Julio era ya cuestión de días. El 23 de marzo de 1980 se casaba feliz con Falcó. Un año después nació Tamara.

Isabel Preysler y Carlos Falcó en una imagen de archivo/Gtres

Isabel Preysler y Carlos Falcó en una imagen de archivo / Gtres

Su belleza, su elegancia y su vida se convirtieron en referencia de la prensa del momento. Siempre me llamó la atención cuánto se le fotografiaba, cuánto se seguían sus salidas, sus viajes y lo poco que realmente se la conocía de verdad. El misterio siempre ha rodeado a Isabel Preysler, algo que ha aumentado el interés por el personaje. En cada entrevista ha medido hasta dónde contar, hasta dónde mostrar. Comenzó a ser la más reclamada en fiestas, presentaciones; la ficharon marcas publicitarias de renombre y hasta aparecía como entrevistadora de ilustres en la revista ‘¡Hola!’, de la que siempre ha sido musa.

Su matrimonio con Falcó duró 4 años y su romance con el exministro Miguel Boyer fue todo un escándalo en el momento en el que se descubrió, pero una historia de amor en toda regla. Se casaron el 2 de enero de 1988. Recuerdo bien el magnífico reportaje exclusivo que consiguieron unos queridos compañeros de mis primeros años de agencia. Fue una de las noticias del año. Fruto de su amor nació su hija Ana. Su historia duró hasta el triste fallecimiento del socialista en septiembre de 2014.

Isabel Preysler, Miguel Boyer y Ana Boyer / Gtres

Isabel siempre ha tenido un hombre a su lado. Nunca, sola. En julio de 2015 se publica el primer posado con su nueva pareja, el escritor peruano Mario Vargas Llosa durante una fiesta en Lisboa, aunque el mes anterior ya habían sido fotografiados juntos. La separación del novelista de su mujer Patricia, con la que llevaba 50 años de matrimonio no fue nada fácil, pero quedó atrás. Patricia lo era todo para Llosa: “Ella lo hace todo y lo hace bien”, dijo de su mujer en su discurso al recibir el Premio Nobel en 2010. El encanto de Preysler arrasó. Desde entonces, Isabel y Mario no se han separado.

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa forman una pareja estable y consolidada / Gtres

Este jueves cumple setenta años, es abuela de 7 nietos y su imán sigue siendo poderoso. Su hija Tamara lleva un par de años pisando fuerte en las portadas. Digna heredera de su madre, con su propio estilo y personalidad. Preysler irradia felicidad. Es parte de su misterio. Siempre correcta con la prensa, nunca una voz, ni una mala palabra. Imposible. Preysler es sonrisa, todo va bien, todo es maravilloso. Es su marca. Cumple años, claro. Ya, 70. Sí, pero perfectos.

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