La tajante decisión de Isabel Pantoja para este verano
La tonadillera no pasa por su mejor momento y ha tomado una firme determinación que afectará a la planificación de su verano
Es una mujer de ideas fijas y poco fácil de convencer cuando toma una decisión. Isabel Pantoja (Sevilla, 1956) tiene muy claro que este verano será muy diferente a otros años. Cuando la desescalada llega a sus últimas fases y ya hay anunciada una apertura de fronteras, tras los peores días vividos por la pandemia de la COVID-19, en casa de Pantoja ven el futuro inmediato de otra manera. Pese a que, en la provincia de Cádiz, donde reside la cantante, los datos son muy positivos y según la Consejería de Salud y Familia no se han registrado nuevos contagios en la provincia en las últimas horas, Isabel sigue en sus trece. Lejos de retomar su agenda de trabajo, de organizar alguna gala o de planificar alguna escapada a la playa, la determinación de la artista por no moverse de Cantora es tajante. La crisis sanitaria ha hecho mella en ella y aunque ha podido compartir estos meses de duro confinamiento junto a su madre, delicada de salud desde hace tiempo, Isabel tiene miedo, mucho miedo a salir, según comparte con sus íntimos.
Desde que regresara el pasado 7 de marzo a su casa, la finca Cantora que heredó de su marido Francisco Rivera Paquirri en el municipio gaditano de Medina Sidonia, no ha vuelto a salir. Son más de cuatro meses, lejos de todo y entregada al cuidado de su madre, en compañía de su hermano Agustín. Doña Ana tiene a una persona que le atiende en casa e Isabel se ocupa que no le falte de nada. Tras ese último concierto, celebrado en Madrid el 6 de marzo, en el Wizink Center, tan solo 7 días antes de que el presidente Pedro Sánchez anunciara que decretaría de inmediato el estado de alarma, Isabel Pantoja se ha encerrado en Cantora. No madruga, trasnocha con la tele viendo series, y, en su momento, confeccionando mascarillas. Sí, la cantante enhebró la aguja y puso en práctica todo lo aprendido en aquellas clases de costura que tomó durante su ingreso en Alcalá de Guadaira. ¿Recuerdan aquella blusa roja que lució en su primer permiso penitenciario? La cosió ella misma. Cuentan que coser mascarillas le ha ayudado a espantar las horas de confinamiento. Supongo, también, que a sentirse útil en momentos difíciles.
En las primeras semanas de la declarada pandemia, el periodista Pedro Piqueras, le pidió una entrevista -entiendo que desinteresada- para el informativo que presenta en Mediaset. En su cita informativa de cada noche a las nueve nos ha regalado testimonios muy interesantes de rostros conocidos -algunos muy grandes- del mundo de la cultura, el deporte y la sociedad durante todo el confinamiento, pero no tuvo mucho éxito con ella. Isabel Pantoja no estaba con ánimo. Hay días en los que se levanta peor que el anterior, sin embargo, en las últimas semanas ha recuperado ciertas ganas. La visita de su hija Isa con su pequeño, primero, y luego la de Kiko, su nuera Irene y sus nietas le han devuelto algo de alegría. En cuanto el calor apretó, pusieron en marcha de nuevo la piscina y este fin de semana pasado, por ejemplo, la cantante disfrutaba de su compañía. Ahora bien, de ahí no pasa. Según me cuentan, sus hijos ya saben que para verla tienen que ir a Cantora. Su madre no va a salir. Es demasiado el miedo que tiene, demasiada inseguridad la que dice sentir.
Tenía un par de conciertos previstos, antes de que la COVID-19 nos cambiara la vida a todos, pero no los ha recuperado. A finales de julio, formaba parte del elenco de artistas que habrían actuado en el festival Tío Pepe de Jerez de no haberse cancelado. Agustín Pantoja, considerado su mano derecha actualmente en su carrera artística, desde que dejara de llevarla María Navarro, había previsto también 2 galas en Chile, en el Gran Arena Monticello. Algunos artistas españoles están recuperando algunas fechas después del caos inicial en el que todo se suspendía. Pero no es el caso de Isabel Pantoja. Por ahora no tiene ningún concierto agendado en verano (Chile se ha retrasado a diciembre) ni tampoco ningún programa de televisión previsto. La grabación de ‘Idol Kids’, un programa de talentos infantiles, en la que estuvo inmersa hasta febrero, se emitirá, si se cumple con lo previsto, en septiembre. No, Isabel no piensa ahora en trabajo. Puede mantenerse con lo que cobró en su último concierto de marzo y algún buen pago que tenía pendiente en televisión, hasta dónde sé. La cuestión es cuando retomará su vida normal. Que es muy de estar en casa no es nada nuevo. Tras recuperar la libertad dio sobradas muestras de lo que disfruta en su Cantora, el lugar en donde siempre dijo quería retirase. Según publicó la revista ‘Semana’ en noviembre pasado, la artista tiene aún importantes cuentas pendientes con Hacienda. Quizá tendría que replanteárselo. La vida sigue.