El intento fallido de Marius Borg, el hijo de Mette-Marit, de sentar la cabeza
Un año después de su polémica detención, el hijo de la princesa de Noruega parece haber encauzado su camino
El joven tuvo que hacer frente a nada menos que 23 imputaciones en su contra, lo que terminaba salpicando de lleno a la familia real

Marius Borg, el hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega, ha intentado dar un vuelco a su vida apenas un año después de haber saltado al foco mediático a raíz de numerosos escándalos. En todo este tiempo, Andrea Shaw, hija de un empresario noruego y amiga de la infancia de Borg, se ha convertido en su principal apoyo. Lo que habría llevado al joven a encarrilar su vida y mantener un perfil bastante más reservado. De hecho, juntos han dado un paso tan importante como es el de irse a vivir al exclusivo barrio de Frogner, al oeste de Oslo. Aunque parecía que Borg había dejado atrás su polémico pasado, no ha sido más que un breve espejismo. Ahora le han acusado de 32 delitos y se enfrenta a 10 años de cárcel.
Una historia que ha terminado saliendo a la luz gracias a diversas imágenes captadas de la pareja en Cannes o la isla Sainte-Marguerite, donde se les ha podido ver en actitud bastante cómplice. Y es que ambos comparten una gran pasión por las motos, además del importante papel que ha desempeñado Andrea a la hora de brindarle apoyo emocional y estar a su lado en todo momento en medio del gran caos que se ha generado. La joven, caracterizada por guardar una absoluta discreción, siempre se ha mantenido muy prudente respecto a todo lo relacionado con su relación, además de alejarse del escándalo y el ruido generado por las continuas polémicas de Borg.
Marius Borg con el príncipe Haakon. (Foto: Gtres)
Era hace un año, cuando la familia real noruega tuvo que hacer frente a uno de los mayores escándalos de su historia. Y es que todo comenzaba después de que el hijo de Mette-Marit fuese detenido por presunta violación y abusos sexuales a varias de sus exparejas. En total, fueron 23 cargos que también incluyen violencia, amenazas, acoso y daños materiales. Un caso que rápidamente daba el salto a nivel internacional y que llegaba acumular hasta 7.000 menciones en la prensa noruega. Lo que, inevitablemente, ha terminado salpicando a la familia real pero, sobre todo, a la princesa Mette-Marit. De hecho, a esta última se la acusaba de haber sido consciente de algunos de estos delitos, aunque decidió guardar silencio al respecto. Sobre todo, porque algunos se habrían llevado a cabo en Skaugum, la residencia oficial del príncipe Hakoon de Noruega y su esposa.


Marius Borg Høiby y la princesa Mette-Marit. (Foto: Gtres)
Todo comenzaba con el arresto del joven durante 30 horas por una fuerte discusión y agresión física hacia su entonces pareja. Denuncia, a la que se sumaron las de otras muchas ex parejas, y que generaba un enorme revuelo mediático. A partir de entonces, y para poner fin a las especulaciones, Borg decidía ingresar en una clínica de rehabilitación en Londres. Además, reconocía públicamente sus problemas con las adicciones y de salud mental. Sin embargo, y pese al comunicado, los cargos no hacían más que incrementarse con el paso de los meses y el joven fue interrogado hasta en 14 ocasiones. Hoy, 12 meses después, Marius sigue en libertad y exige «respeto» mientras que su actitud despreocupada, –ha seguido adelante con su ostentoso estilo de vida–, ha llegado incluso a generar indignación entre el pueblo noruego y también entre sus víctimas.