Televisión, Moda y Corazón. Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Lleida. Antes, redactora y locutora de informativos en la 'Cadena SER' y redactora de Cultura y nuevas tendencias en 'El Independiente'.
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Fue el pasado mes de enero cuando Claude Palmero, ex asesor y una de las personas de máxima confianza del príncipe Alberto de Mónaco -trabajó para él durante más de dos décadas-, decidió revelar al diario francés Le Monde presuntas irregularidades financieras que presenció durante su tiempo como empleado del Palacio Grimaldi. A raíz de estas acusaciones, el soberano de Mónaco decidió interponer una demanda contra él por «violación de la confidencialidad, invasión de la privacidad y recepción de los beneficios de dos delitos». «Cuando se rompe la confianza y no se puede responder claramente a mis preguntas, hay que tomar decisiones. Mi papel es proteger las instituciones del Principado», declaró Alberto.
Unas palabras que quedaron en nada hasta que, este mismo miércoles, Palmero era detenido por la policía monegasca, si bien fue puesto en libertad sin cargos tras unas horas en comisaria. Según informes, la detención está relacionada con las acusaciones presentadas en su contra tras la denuncia pública. Aunque las autoridades no han proporcionado muchos detalles sobre los cargos específicos que se le imputan, lo cierto es que lo ocurrido con Claude ha generado una nueva ola de atención mediática tanto en Mónaco como en el extranjero. Y es que el arresto de Palmero representa un punto álgido en el enfrentamiento entre la Casa Grimaldi y uno de sus antiguos colaboradores más cercanos.
La ‘guerra’ abierta entre Alberto de Mónaco y Claude Palmero se remonta, al margen de lo anterior, a junio de 2023. Fue entonces cuando el príncipe soberano anunció su despido a Palmero a través de un comunicado que también iba dirigido al que había sido su abogado y amigo de la infancia, Thierry Lacoste. Después de su destitución, Palmero se enfrentó durante meses a una acusación de corrupción y desvío de fondos de la monarquía. En respuesta a estos señalamientos, decidió tomar represalias entregando al diario Le Monde cinco cuadernos en los que, a lo largo de dos décadas, había registrado todas las irregularidades que, supuestamente, había presenciado: impunidad judicial, pagos en B a jueces e informadores, extorsión a periodistas o sociedades offshore, entre otros.
Además, en los cuadernos, el ex asesor también hablaría del dinero que Alberto de Mónaco enviaría a sus dos hijos ilegítimos y a las madres de éstos, o los gastos de más de la princesaCharlène que pondrían en jaque la asignación oficial de la institución a todos sus miembros.
¿Qué sigue para la Casa Real de Mónaco?
La detención de Claude Palmero plantea numerosas preguntas sobre el futuro del principado y la transparencia en su gestión financiera. Aunque Mónaco ha tratado de mantener una imagen impecable, este incidente ha puesto de aliviar las tensiones que pueden existir en su núcleo de poder. Lo que hace que la población monegasca y los observadores internacionales sigan de cerca el diseño de este caso, que podría tener consecuencias de largo alcance para la reputación de la familia real.
Mientras tanto, Claude Palmero se enfrenta a un proceso judicial cuyo resultado podría influir significativamente en su destino y en el propio principado. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si las acusaciones que ha hecho tienen fundamento o si, como sostiene el príncipe Alberto, forman parte de una campaña de desprestigio.