Un año sin Carmen Franco: las polémicas que han azotado a la familia

29 de diciembre de 2017, Carmen Franco daba su último suspiro de vida y fallecía pasadas la 1.30 horas de la madrugada, a los 91 años, víctima de un cáncer terminal detectado meses antes. El deceso de la hija del Caudillo llenó de tristeza a sus hijos y abrieron un nuevo escenario en una de las familias más poderosas e influyentes de nuestro país. 365 días después de su muerte son varios los frentes abiertos de los Franco, que durante el 2018 han sido unos generadores constantes de noticias. Repasamos todo lo que se ha perdido la ‘hijísima’.

La millonaria herencia de Carmen Franco

Instantes después de morir y todavía guardando el duelo, por la cabeza de los hijos de Carmen ya pasaba un tema espinoso: la jugosa herencia que dejaba y que debían repartir. La primogénita del dictador contaba con varios y cuantiosos bienes. Carmen Franco heredó cinco inmuebles y varias sociedades. Además, contaba con 25 propiedades a su nombre y era presidenta de una empresa con 17 millones de euros de capital. De hecho, se llegó a decir que su herencia era incalculable y a las viviendas y terrenos hubo que añadir valiosísimas joyas que le dejó su madre, Carmen Polo, cuando falleció.

No obstante, no hubo demasiados problemas entre Carmen Martínez Bordiú, Francis, Cristóbal y los otros cuatro hijos de Carmen Franco. Tampoco batallas legales. La estrategia y acuerdos de reparto estaban trazados de manera clara desde hacía tiempo lo que evitó confrontaciones innecesarias. Parafraseando a Francisco Franco, todo quedó atado y bien atado.

Hay que destacar que en la actualidad los negocios de los Franco siguen siendo fuente de polémicas. Tras la muerte del Caudillo se trasladaron a un lujoso edificio de la zona de Serrano en la capital. Desde ahí crearon un holding dedicado a la exportación agrícola y al alquiler de bienes e inmuebles. Los aparcamientos y los alquileres turísticos son desde hace años la principal fuente de ingresos actual de la familia Franco, cuyos centros principales de operaciones son Madrid y la Costa del Sol.

Francis vs. Carmen: la guerra por el ducado de Franco

El deceso de la matriarca abrió el turno de sucesión del anhelado ducado de Franco. La reforma hecha en 2006 de la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios amparaba a Carmen Martínez Bordiú como heredera legítima al ser la mayor de los primogénitos. Algo que chocaba de bruces con las codiciosas ansias de su hermano, Francis Franco de ser él el elegido. Buena muestra de ello es que el primer hijo varón de Carmen Franco decidió invertir el orden de sus apellidos con el objetivo de perpetuar el nombre de su abuelo y así ser portador del ducado con todos los honores.

Finalmente, Francis renunció al ducado y no lo reclamó. El pasado 4 de julio, el BOE reconoció oficialmente a Carmen Martínez Bordiú como duquesa de Franco, poniendo fin a una controversia que duró varios meses. Sin embargo, las últimas informaciones aportadas por Vanitatis apuntan a que todavía no es oficialmente duquesa. El motivo es que la nieta mayor de Franco no posee aún la Real Carta de sucesión firmada por el Rey, un documento necesario para convertirse en depositaria del citado título nobiliario. Una historia que promete más capítulos.

La fuga de Carmen Martínez Bordiú

Las polémicas en torno a la familia Franco tuvieron una consecuencia inmediata en la figura de Carmen Martínez. Acuciada por ver su nombre día sí y día también en los medios, decidió trasladar su domicilio fiscal y su residencia a Lisboa.

En Portugal lleva varios meses disfrutando de una vida más tranquila y alejada de los focos junto a su pareja, el australiano Timothy McKeague. Pese a su exilio, sigue viajando con relativa asiduidad a España e incluso ahora mismo se encuentra aquí pasando las vacaciones de Navidad.

A vueltas con la exhumación de Franco

Es el otro tema que mantiene en vilo a los nietos de Francisco Franco. El Gobierno de Pedro Sánchez puso en marcha un plan para sacar los restos mortales del dictador del Valle de los Caídos. Un durísimo mazazo para sus descendientes, que se opusieron radicalmente. A Francis Franco le parecía «ridículo» remover este asunto tantos años después del fallecimiento y tanto él como sus hermanos bregan porque el Ejecutivo no se salga con la suya. Hace unas semanas recibieron un jarro de agua fría. El Tribunal Supremo desestimó la petición que hicieron para paralizar de manera cautelar la exhumación. Tenían fe en poder lograr sus pretensiones y denunciaron que el presidente y su corte estaban violando su “derecho a la intimidad personal y familiar”.

El más duro en este sentido fue el hijo de Carmen Martínez Bordiú, Luis Alfonso de Borbón: «Atacar a Franco es atacar a mi familia y a media España. Exhumar a una fallecido sin el consentimiento de los suyos es una profanación y, por lo tanto, un delito penal. Tengo mis dudas de que la Iglesia, en su caso, permita semejante actuación».

Un 2018 harto complicado para los descendientes de doña Carmen, que seguro no esperaban tener que afrontar tantos y tan determinantes frentes. Puede que al 2019 le pidan una mayor dosis de tranquilidad.