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Ana Obregón y Toñi Moreno, emocionadas al hablar de la enfermedad de Álex Lequio

Ana Obregón
Ana Obregón, emocionada durante su paso por 'Un año de tu vida'' / Canal Sur
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Ana Obregón ha hablado en más de una, dos y cinco ocasiones del calvario que su hijo, Álex Lequio, y ella han vivido por la enfermedad del joven, pero todavía no puede evitar emocionarse cuando se refiere al que sin duda es uno de los peores episodios de su vida.

Este lunes, la emoción ha vuelto a embargarla en el sofá de ‘Un año de tu vida’, el programa que Toñi Moreno presenta en Canal Sur, donde ha recordado junto a la andaluza y a Mayra Gómez Kemp esa etapa tan dura. «La vida te pone muchas piedras en el camino. Esas piedras y esos malos momentos te enriquecen como persona», decía Ana al hacer un repaso a su vida personal y profesional, sobre la que tiene claro qué es lo más importante. «Lo mejor que he hecho no ha sido presentar, ha sido este hijo que es un luchador y que durante esta aventura que nos ha tocado con su enfermedad, no ha dejado de trabajar ni un solo día».

Ana Obregón

Ana Obregón se emocionó al hablar de su hijo Álex / Canal Sur

El programa mostró un vídeo en el que se repasaba algunos de los momentos más importantes de su vida, en los que destacaban los protagonizados por su hijo y que la hizo emocionarse. Pero no solamente a la actriz, sino también a la propia Toñi, quien tras reconocer que hablaba con Álex por Instagram y darle la enhorabuena por haber criado a «un chico muy honesto y muy trabajador» se deshacía en lágrimas. «Yo se supone que tengo que llevar este programa…», dijo sin poder contener la emoción del momento.

Toñi Moreno

Toñi Moreno no pudo evitar emocionarse / Canal Sur

Al final, las tornas se cambiaron y fue Ana quien tuvo que consolar a la presentadora, intentando sacarle una sonrisa y dejando salir esa fuerza que la ha caracterizado desde siempre. «Mi hijo me llama mamá biónica porque siempre tengo una sonrisa en la cara», contaba, «a todos mis amigos les digo que si algún día empiezo a llorar estaré hasta las Campanadas llorando».

«Ella lo sabe bien, ella lo ha superado», decía Ana mirando a Mayra, «me encanta ver a gente que ha superado esta enfermedad. Y nosotros lo vamos a superar también porque mi hijo se lo merece y no puede ser Dios así».

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