El momento más esperado por Jordan Díaz: el himno de España vuelve a sonar en el Estadio Olímpico

El himno de España sonó por quinta vez en los Juegos Olímpicos de París. Jordan Díaz, flamante ganador del triple salto en atletismo, recibió este sábado su medalla de oro en el Estadio Olímpico. Este es el momento que todo atleta sueña con vivir, ya que ese es el lugar por excelencia de la cita deportiva. Y Jordan Díaz la vivió protagonizando así otro de los momentos más especiales de la delegación española en los Juegos Olímpicos.

Con un emocionado Jordan Díaz, la bandera de España volvió a estar en lo más alto de un podio olímpico. Es la quinta vez que ocurre en estos Juegos. Antes de Jordan Díaz, vivieron este gran momento Diego Botín y Florian Trittel en vela, María Pérez y Álvaro Martín en atletismo, la selección masculina de fútbol y la selección femenina de waterpolo.

Cabe señalar que por Jordan Díaz es la primera vez que ha sonado el himno de España en el Estadio Olímpico de París, ya que antes ocurrió con María Pérez y Álvaro Martín, que también se llevaron la medalla de oro en el relevo mixto en marcha. Además, de las cinco veces que el himno de España ha sonado en estos Juegos Olímpicos, cuatro de ellas ha sido en París, ya que una fue en Marsella, la ciudad en la que se disputó la vela.

Himno de España por Jordan Díaz

Todo atleta sueña con que el himno de su país suene en el Estadio Olímpico, lugar más emblemático en cada cita de los Juegos. Jordan Díaz representa a España desde 2021, cuando huyó de la Cuba comunista para poder seguir con su carrera. «Con aquella decisión sacrifiqué ver a mi familia, que está en Cuba. Fue una decisión bastante difícil, pero si tuviera que volver a tomar la misma decisión diez veces, por Dios que las diez veces la volvería a tomar», explica Díaz.

Hace tres años, la selección cubana de atletismo visitó España en su plan de preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio. Era la oportunidad que Jordan Díaz estaba esperando. Mientras sus compañeros tomaban un vuelo rumbo a Noruega para disputar una competición, el flamante campeón olímpico se dio a la fuga y viajó hasta Zaragoza para reunirse con un familiar. Había desertado del régimen comunista cubano. Solo tenía 20 años y su vida había cambiado para siempre.