Historia
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Descubrimiento histórico: hallan una tumba repleta de oro en la ciudad perdida más famosa de Italia

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La tragedia de Pompeya es una de las más conocidas de la historia antigua. Tras verse afectada por un terremoto en el 62 d.C., la ciudad quedó sepultada bajo cenizas y material volcánico durante la devastadora erupción del Vesubio en el año 79 d.C.. Plinio el Joven documentó el evento en sus cartas, relatando la muerte de su tío, Plinio el Viejo, quien intentó estudiar la erupción y rescatar a las víctimas. Las excavaciones arqueológicas, que comezaron en 1748, revelaron una Pompeya congelada en el tiempo, con edificios, objetos y cuerpos bien conservados que ofrecen una visión detallada de la vida en la Antigua Roma.

Entre los hallazgos más destacados se encuentran viviendas, templos, y objetos cotidianos como muebles, recipientes y frescos. Los estudios han permitido reconstruir la dieta de los pompeyanos, quienes consumían mariscos, aceite de oliva, cereales y frutas. Las diferencias alimentarias entre hombres y mujeres también han salido a la luz, sugiriendo posibles diferencias en sus roles sociales. Estos descubrimientos continúan enriqueciendo nuestro conocimiento sobre la vida en Pompeya y la sociedad romana del siglo I d.C.

El hallazgo más fascinante de Pompeya

Recientes excavaciones en el área arqueológica de Pompeya, en el sur de Italia, han revelado un descubrimiento fascinante: los restos de dos víctimas, un hombre y una mujer, que perecieron durante la catastrófica erupción del Vesubio en el año 79 d.C.

Los arqueólogos encontraron los esqueletos en una pequeña habitación de servicio, que funcionaba como dormitorio temporal dentro de una domus (casa) situada en la Región IX de la ciudad. Este hallazgo, que incluye objetos de valor junto a los cuerpos, aporta información valiosa sobre los últimos momentos de vida de los habitantes de Pompeya y las condiciones extremas a las que se enfrentaron durante el desastre.

La pareja aparentemente se refugió en la habitación durante las primeras horas de la erupción, intentando escapar de la lluvia de pequeñas piedras volcánicas que cubría la ciudad. Gracias a que la habitación tenía una ventana cerrada, el espacio permaneció libre de la ceniza que invadió otras áreas de la casa.

Sin embargo, la habitación adyacente se llenó de escombros, bloqueando la única salida. Atrapados en el interior, los dos habitantes de Pompeya encontraron la muerte cuando los flujos piroclásticos, una letal mezcla de gases calientes y material volcánico, finalmente llegaron a la ciudad.

Uno de los aspectos más fascinantes del descubrimiento es el nivel de conservación de los objetos encontrados en la habitación. Las huellas en las cenizas permitieron a los arqueólogos reconstruir el mobiliario del espacio, que incluía una cama, un arcón, un candelabro de bronce y una mesa con tapa de mármol.

Además, se encontraron muebles de bronce, vidrio y cerámica en excelente estado de conservación. Cerca de la cama, junto al esqueleto de la mujer, se descubrió un pequeño tesoro compuesto por 23 monedas de oro, plata y bronce, así como joyas, entre ellas aretes de oro y perlas. Estos objetos reflejan el estatus social de la mujer y sus intentos de salvar sus pertenencias más preciadas durante el desastre.

El director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, destacó la importancia de este hallazgo, subrayando que la investigación antropológica en el contexto arqueológico ofrece una oportunidad única para recuperar datos sobre la vida cotidiana de los antiguos pompeyanos. Las excavaciones en Pompeya continúan revelando detalles sobre los últimos momentos de la ciudad, confirmando su singularidad como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo.

Este descubrimiento se enmarca en un proyecto arqueológico más amplio que involucra la colaboración entre arqueólogos, antropólogos y vulcanólogos, con el objetivo de reconstruir los últimos momentos de vida de los habitantes de Pompeya y avanzar en la conservación y valorización del sitio en los próximos años.

Erupción del Vesubio

Pompeya, fundada por los oscos en el siglo VII o VI a.C., fue una ciudad próspera situada cerca del Vesubio. Los habitantes desconocían que el monte era un volcán, aunque en el año 62 d.C. un fuerte terremoto causó daños significativos en la ciudad. El 24 de agosto o, según algunos expertos, el 24 de octubre del año 79 d.C., el Vesubio erupcionó violentamente, liberando una inmensa cantidad de gases y material piroclástico que sepultó Pompeya y acabó con la vida de miles de personas.

La ciudad quedó enterrada durante más de 1.500 años hasta que fue redescubierta en 1748 por el ingeniero español Roque Joaquín de Alcubierre. Las excavaciones revelaron una Pompeya congelada en el tiempo, con edificios, objetos y cuerpos sorprendentemente bien conservados, ofreciendo una valiosa ventana a la vida en la antigua Roma antes de su trágico final.

Los hallazgos arqueológicos de Pompeya revelan detalles sobre la vida en la ciudad antes de la erupción del Vesubio. Dentro de las estancias, se han encontrado mansiones, tabernas y objetos cotidianos, como muebles y recipientes. Asimismo, los frescos hallados en una taberna cercana al cuartel de gladiadores muestran la importancia del entretenimiento en la vida pompeyana.