Montero ante la nueva ‘Juana Rivas’: «Haremos lo que esté en nuestra mano para que no entre en prisión»

Mil comentarios a un nuevo y polémico tuit de Irene Montero sobre una decisión judicial. La ministra de Igualdad se ha convertido en tendencia en la red social con el hashtag ‘Juana Rivas’, al pronunciarse abiertamente en contra de la separación de poderes y la independencia del Poder Judicial, y asegurar que «haremos todo lo que está en nuestra mano» por evitar la entrada en prisión de la sevillana María Salmerón, condenada a 9 meses de prisión por sustracción de menores.

La mujer a la que se refiere Montero en su mensaje incumplió el régimen de visitas con el padre de sus hijos, alegando una supuesta situación de maltrato. Un caso que guarda cierto paralelismo con el de la granadina Juana Rivas que se estuvo en paradero desconocido con sus dos pequeños durante varias semanas para impedir el contacto de estos con su expareja, Francesco Arcuri, a quien la Justicia había entregado la custodia de los menores.

«Ninguna mujer debería ser condenada, mucho menos entrar en prisión, por proteger a sus hijos de la violencia machista y del maltratador. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que no se cometa una injusticia con María Salmerón. Gracias por luchar por los derechos de todas», ha sentenciado Irene Montero. Y lo ha hecho públicamente tras conocerse la decisión de un tribunal de que la condenada por desobediencia tendrá que ingresar finalmente en prisión.

Los comentarios de los internautas no han tardado en afear el contenido del mensaje y comparar el caso de Salmerón con el de Rivas, que fue condenada en España a prisión por sustracción de menores tras no entregar en 2017 a sus hijos alegando una supuesta situación de maltrato.

María Salmerón, la mujer sevillana a la que los tribunales le ha dado un plazo de diez días para ingresar en prisión tras incumplir el régimen de custodia compartida con su ex marido, condenado a 21 meses de cárcel por malos tratos, comparecía ante los medios para criticar que «me meten presa por proteger y respetar la voluntad de mi hija».

La protagonista de este caso ha recibido el apoyo expreso de Montero, en un mensaje que ataca la independencia de los jueces, en concreto el del titular del juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla que solicitaba la ejecución de una condena de nueve meses de encarcelamiento por «un delito continuado de desobediencia grave a la autoridad» después de que su hija -ahora mayor de edad- se negase a cumplir el régimen de visitas de su padre. Una resolución que, sin embargo, no implica que la mujer ingrese en prisión de manera inmediata, según han explicado fuentes de su defensa.

El Supremo negó el indulto

En marzo de 2018, el Tribunal Supremo revocó por falta de justificación el tercer indulto parcial otorgado por el Gobierno socialista a María Salmerón. La sevillana ya acumulaba hasta cuatro condenas firmes por impedir la relación de su hija, de entonces 17 años, con el padre de la misma.

La Fiscalía se opuso a la medida de gracia dado el «nulo respeto» de la condenada a las resoluciones de los jueces y «su nulo propósito de cambiar de conducta». La sentencia de la Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Supremo que anuló el indulto, acogiendo la tesis del Ministerio Público, dejó muy claro que la concesión de la medida extraordinaria a la sevillana no podía convertirse, en ningún caso, en un «salvoconducto para delinquir».

La mujer que sufrió maltrato psicológico por parte del progenitor -veinte años atrás- desencadenó una marea solidaria hacia ella cuando se movilizó para pedir la gracia y evitar así ir a la cárcel. Ahora, la ministra Irene Montero reaviva la cadena de apoyos a su causa para manifestar que ella y su partido «haremos todo lo posible» por evitar lo que consideran un «injusticia». Podemos siempre se ha pronunciado en esta cuestión en contra del escándalo que, a su juicio, supondría la entrada en prisión de una mujer cuya expareja y padre de su hija está condenada por maltrato.

Al Constitucional 

María Salmerón asegura que su condena se ha dictado «con la prueba testifical de la persona del punto de encuentro, al que no fui porque la niña –que ahora ya ha cumplido la mayoría de edad- no quería ir y con la de la pareja de mi marido. Son dos pruebas débiles para meter a una persona en prisión».

La sevillana está decidida a agotar la vía judicial para evitar la cárcel. En el caso en el que no se admitan sus recursos, ha advertido que intentará la apelación y, si esta también es rechazada, pedirá el indulto al Gobierno cuando la condena sea firme. Además, no descarta pedir amparo al Tribunal Constitucional o a la mismísima ONU.