Economía
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El paro en España subirá hasta casi el 20% este año incluso sin rebrote, según la nueva previsión de la OCDE

El paro en España alcanzará a final de año el 19,2% incluso sin que haya rebrote en otoño. Si lo hay, la tasa de desempleo superará al 20%, convirtiendo a España en uno de los países más castigados del mundo desarrollado. Así lo señala la OCDE en su nuevo informe de perspectivas de empleo, publicada este martes.

El organismo recuerda que tras la debacle de marzo y abril, en mayo el paro se ha situado en el 14,5%. Sin embargo, la situación va a seguir deteriorándose en los próximos meses, a la vista de que casi tres millones de trabajadores en mayo estaban acogidos a un ERTE.

Los autores del estudio esperan que se alcance un pico de paro a finales de 2020, siempre que no haya nuevos brotes de la pandemia.

En ese primer escenario, la tasa de desempleo sería del 19,2% de media este año y podría empezar a descender al 18,7% el próximo. Pero en la segunda hipótesis, las cifras ascenderían hasta el 20,1% en 2020 y hasta el 21,9% en 2021.

La caída del empleo en España este ejercicio va a ser de las más intensas de los países miembros, del 5,28 % en caso de que no haya una segunda oleada de la pandemia y del 6,37 % si eso se produce, frente a una media del 4,09% y del 4,98 %, respectivamente en el conjunto de la OCDE.

Solo se esperan cifras peores en Portugal, Irlanda, Estados Unidos y Colombia.

El director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la organización, Stefano Scarpetta, recuerda a Efe que España comenzó la crisis con un nivel de desempleo muy alto, únicamente superado por Grecia.

El hundimiento de la actividad está siendo de los más pronunciados por la severidad de las medidas de confinamiento y por el fuerte peso específico que tienen algunos de los sectores que se están viendo particularmente afectados por el choque de la COVID-19 como el turístico.

El bajón del producto interior bruto (PIB) será del 11,1% en el caso menos desfavorable y del 14,4% en el escenario más negativo.

Además, en la pérdida de empleos también está influyendo la alta proporción de empleo temporal, que ha dado lugar a la no renovación de muchos de ellos.

Scarpetta constata que España ha hecho reformas para limitar los efectos de la gran segmentación del mercado de trabajo e insiste en que hay que promover contratos más estables y garantizar que las personas en situación de precariedad tengan acceso a ayudas sociales y a una recalificación que facilite su reinserción laboral.

Porque uno de los retos que se plantean ahora, además de mantener con soporte público las empresas viables que no han podido reanudar su negocio o hacerlo en su totalidad, es reorientar a los trabajadores cuyas actividades desaparecerán de forma duradera.

Ingreso Mínimo Vital

La OCDE considera una buena medida el ingreso mínimo vital instituido por el Gobierno en junio ya que confía en que con él en los próximos meses se alivie la situación de personas en riesgo de pobreza o con ingresos laborales muy bajos, así como la de otros «trabajadores atípicos», particularmente afectados por la crisis.

Igualmente alude a las mejoras durante la crisis al acceso a las prestaciones por desempleo, después de advertir de que el número de meses necesarios para poder recibirlas «es bastante alto».

La organización, por otro lado, hace notar que España es el único de sus países miembros que reconoce la COVID-19 como enfermedad profesional para todos los empleados.

Gracias a eso la mayor parte de los salarios de los trabajadores elegibles ha sido compensada con el pago de la baja por enfermedad.