Adiós para siempre al papel higiénico que conocíamos: el cambio que está disparando sus ventas
La marca Charmin sorprende con un nuevo diseño para su papel higiénico
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Jamás tires los rollos de papel higiénico
Durante décadas, el papel higiénico ha sido uno de esos objetos cotidianos a los que apenas prestamos atención. Al margen de la fiebre que hubo por él en pandemia, en el día a día, sabemos que está en el baño, y que cumple su función cuando se le necesita. De hecho, es uno de los elementos de higiene que ha evolucionado muy poco desde su invención hace más de un siglo, y salvo algunas versiones más suaves o de doble capa, parecía un producto que ya no podía dar más de sí. ¿Qué se puede innovar en algo tan sencillo? Esa era, al menos, la percepción general.
Sin embargo, lo que parecía un mercado plano y sin sorpresas está viviendo una pequeña revolución, si tenemos en cuenta que ha sido un simple y ligero y pequeño cambio, pero que ha logrado impactar las ventas de una gran empresa en solo unos meses, de modo que merece la pena saber de qué estamos hablando. La clave de este giro inesperado viene de la mano de Charmin, la conocida marca de papel higiénico de Procter & Gamble. Tras cinco años de investigación, han desarrollado un nuevo sistema de perforación que abandona la línea recta tradicional y apuesta por un diseño ondulado. Un pequeño detalle, a simple vista casi insignificante, que ha logrado resolver uno de los problemas más molestos y universales: que el papel no se rompa por donde debe. Y sí, por sorprendente que parezca, ese cambio tan mínimo está arrasando en ventas.
El cambio que llega para el papel higiénico
Lo que Charmin ha bautizado como Smooth Tear es mucho más que una línea ondulada. Detrás de esa nueva forma hay un trabajo técnico milimétrico en el que han intervenido ingenieros, diseñadores y especialistas en materiales. El objetivo era claro: conseguir que el papel se desgarrase justo por donde el usuario quiere, sin tirar de más, sin frustraciones y sin desperdicio. Puede parecer una tontería, pero basta con recordar cuántas veces hemos arrancado media hoja sin querer para entender que, en realidad, no lo es.
Este nuevo patrón no es simplemente una cuestión estética. Está diseñado teniendo en cuenta la fuerza con la que solemos tirar, el ángulo de la mano, e incluso detalles tan particulares como si somos zurdos o diestros. De este modo, se ha calculado cada curva para que se rompa de forma limpia y precisa, independientemente de la posición del rollo o de las condiciones del baño.