Es más determinante entrando desde el banquillo

Vinicius, un revulsivo de lujo

Vinicius ratifica con sus últimas actuaciones desde el banquillo que es más determinante para el Real Madrid como revulsivo que como titular. Suma tres goles y una asistencia entrando desde el banquillo, mientras que de inicio sólo ha logrado un tanto y asistir tres veces

Vinicius
Vinicius celebra el gol ante la Real Sociedad (Getty).

Zinedine Zidane cuenta en su plantilla con un revulsivo de lujo. Vinicius Junior viene demostrando a lo largo de su trayectoria en el Real Madrid su capacidad para cambiar el curso de los partidos cuando entra desde el banquillo. Lo demuestra su incidencia en el ataque del equipo cada vez que ingresa con el partido ya empezado, donde presenta unos números mejores que en los partidos en los que parte de inicio. Algo que se ha podido comprobar en los dos últimos partidos del conjunto blanco, en los que no fue titular y en los que volvió a reivindicarse en los minutos de los que dispuso en la segunda mitad.

Siempre en el foco por su ineficacia de cara a puerta, Vinicius ha contado con numerosos altibajos a lo largo de las tres temporadas que lleva en el equipo. El último lo viene sufriendo en los últimos meses, en los que parecía que no era capaz de aprovechar la oportunidad que se le había presentado con las ausencias de buena parte de los jugadores de ataque con los que cuenta Zidane.

Una mala racha de 25 partidos consecutivos sin marcar le devolvió al banquillo, cuando únicamente Mariano, Asensio y él parecían las únicas bazas de las que disponía el entrenador madridista para ser de la partida. Fue contra la Real Sociedad, donde entró en la segunda parte y su aparición sirvió para rescatar un punto fundamental en la lucha por tratar de alcanzar la cabeza de la Liga.

Vinicius entonces apareció desde el banquillo para dar un giro al encuentro, que se había complicado tras el gol de los donostiarras. Su presencia agitó el juego ofensivo de los madridistas. Los blancos se lanzaron al área rival y él se encargaba de generar oportunidades desde el costado izquierdo. Con el equipo volcado, llegó su gol, con el que ponía fin a cuatro meses sin marcar.

Pese a ello, en el derbi ante el Atlético, Zidane volvió a optar por otros de inicio. Si contra los txuri-urdin el elegido había sido Isco, en esta ocasión era su compatriota Rodrygo el encargado de acompañar en el ataque a Asensio y al ya recuperado Benzema. Pero el partido volvió a necesitar de su presencia para cambiar de nuevo de rumbo.

Con Vinicius en el campo, el Madrid empezó a volcarse sobre la meta de Oblak. Los madridistas contaban con la velocidad y el desborde del brasileño para tratar de penetrar en el área y de sus botas nació un pase perfecto que pudo suponer el gol del empate. En carrera, sorprendió con un centro preciso para la llegada de Benzema, cuyo remate consiguió sacar el meta rojiblanco.

Peleado con el gol

Si hay algo de lo que ha pecado el Real Madrid durante los encuentros en los que Vinicius ha jugado de inicio, es de la desconexión en ataque y la dificultad para generar peligro en la mayoría de las acciones. Durante la última plaga de lesiones, la mayoría de los goles -y peligro- ha llegado a balón parado, donde los blancos cuentan con un gran poderío que ha sido capaz de desequilibrar la balanza. Sin embargo, poco se ha visto de un Vini al que parecía habérsele apagado la chispa.

No ha sido hasta su suplencia, cuando se ha vuelto a disfrutar de la versión que le llevó a convertirse temporadas atrás en el principal bastión ofensivo del conjunto madridista. Una situación que, a la vista de los registros que presenta, no debería sorprender.

Vinicius nunca se ha caracterizado por ser un gran goleador y prueba de ello son los cuatro goles que ha marcado en los 32 encuentros que ha disputado este curso. En la mitad de ellos ha sido titular, marcando únicamente un gol y dando tres asistencias. Sin embargo, su mayor relevancia la ha logrado partiendo desde el banquillo.

Brillante entrando en las segundas partes

En los otros 16 encuentros en los que Zidane se le guardó de revulsivo, el plan surtió efecto, marcando tres goles y dando una asistencia. Su incidencia en esos encuentros le ha dado al equipo un total de cinco puntos -tres en Liga y dos en Champions- al conseguir darle la victoria al equipo en dos ocasiones y lograr empatar en otro.

Frente al cuadro rojiblanco, Vinicius no consiguió marcar, pero su presencia sí que provocó que el Real Madrid llegase con más claridad al área de Oblak. Poco a poco, los madridistas fueron ganando terreno y acercándose al empate, terminando volcados sobre la portería rojiblanca en busca de los tres puntos tras el gol de Benzema.

El brasileño llegaba de un mal momento, que llevó a Zidane a devolverle a la suplencia. Sin embargo, ha vuelto a reivindicarse, demostrando que su incidencia puede ser determinante para los intereses del equipo. Por el momento, sus últimas actuaciones lo confirman, aunque revelan que el conjunto blanco cuenta en sus filas con un jugador que es mucho mejor revulsivo que indiscutible de inicio.

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