«Pasamos de las campañas que se puedan inventar fuera», asegura desde el Real Madrid cuando se pregunta por Mbappé y Vinicius. Hay quien ha querido sembrar dudas sobre los dos jugadores llamados a enarbolar la bandera del conjunto blanco durante el próximo lustro, pero dentro de ese vestuario la relación que mantienen los dos, a lo que hay que añadir también a Rodrygo, son perfectas. De hecho, son muy buenas.
Vinicius es el primero que sabe que tener a su lado a Mbappé le hace mejor futbolista. Es obvio. Por ello, es el primer interesado en que haya armonía entre ambos. También es importante destacar que ya tenían una gran relación antes de que el francés aterrizase en el estadio Santiago Bernabéu como jugador del Real Madrid.
Lo que es seguro es que el ruido, campaña o como se quiera llamar generado fuera, no se corresponde con la realidad. Vinicius y Mbappé reman en una misma dirección y ambos tienen una muy buena relación. Ahora, el tiempo y el terreno de juego, hará que ambos empiecen a entender también futbolísticamente. Es una cuestión de tiempo a la que sólo hay que ponerle paciencia, porque los buenos futbolistas siempre llegan a acuerdos.
De esta ecuación no se debe sacar a Rodrygo y Bellingham. Los cuatro han cuajado a la perfección y están llamados a liderar al Real Madrid durante muchos años. El vestuario del conjunto blanco es una gran familia que crece y crece y se mantiene unida. Mbappé es el último ejemplo. Un crack mundial, uno de los mejores jugadores del mundo, que ha aterrizado en una caseta campeona de todo con una humildad superlativa y, al mismo tiempo, ha sido acogido por todos igual.
Para ejemplo, el penalti
«Es una comunicación, Vinicius tira el primero y yo el segundo. El míster nos da libertad a los dos y tenemos que ser inteligentes para ver cómo está el partido. Como dije el primer día en mi presentación, no quiero forzar las cosas y llegar aquí y coger el balón, quiero que salga todo de manera natural. Los penaltis son una cosa que vamos a hacer de manera natural», explicó Mbappé tras el partido.
Ancelotti cambió de idea y explicó que esta temporada no iba a ser él el que designase a los lanzadores de penalti, sino que iba a apostar por la autogestión de Mbappé y Vinicius. En Las Palmas fue el brasileño el que se hizo con el balón, mientras que en el Bernabéu Vini lo tuvo claro: «¡Kylian, tú!».