La noche del 17 de mayo de 2023 pasará a la historia del Real Madrid como una de las más complicadas de su historia más reciente. El rey de Europa caía goleado por el Manchester City en el Etihad Stadium y veía como el objetivo de estar en una nueva final de la Champions se esfumaba. Tras el partido, Modric, Kroos y Vinicius dieron la cara, al igual que un Ancelotti que acudió a la sala de prensa serio. No era para menos. En el viaje de vuelta las sonrisas brillaron por su ausencia. Pero tras un día de reflexión, el equipo ya ha pasado página.
Todavía duele lo que sucedió ante el City, pero la plantilla quiere centrarse en lo que viene y empezar a pensar en el futuro. En el primer entrenamiento tras la eliminación, ya centrados el duelo del domingo contra el Valencia, los jugadores se entrenaron con la misma fuerza y alegría de siempre. «Todo continúa y el domingo hay que ganar», aseguran desde la caseta madridista.
El grupo, que está al completo y no tiene bajas tras el encuentro ante los de Guardiola, ya se ha curado las heridas y no quieren flagelarse pensando en lo que sucedió el miércoles. Los que están dentro de ese vestuario aseguran que este equipo es así tanto en la victoria como en la derrota. «Nada permanece para ellos apenas unas horas», explican.
Ahora, el vestuario se centra en ganar los cuatro partidos de Liga que restan hasta final de temporada, lo que les permitiría acabar segundos el campeonato. Después, cogerán vacaciones y a medicados de julio regresarán al trabajo con energías renovadas y pensando en lo que viene por delante. Kroos hizo público el pensamiento de la caseta madridista minutos después de haber caído eliminados. «Vamos a volver», aseguró el alemán. Nadie en Valdebebas piensa lo contrario.