Pese al buen resultado contra el Atalanta, en el vestuario del Real Madrid creen que todavía no está el billete sacado para los cuartos de final de la Champions League. La victoria por la mínima en Bérgamo tras un partido más que completo y tranquilo del equipo blanco no reporta relajaciones para los jugadores. El tanto de Ferland Mendy en la recta final del choque ante el Atalanta labra mucho, muchísimo camino para el partido de vuelta que se disputará dentro de unas semanas en el Santiago Bernabéu.
El resultado es corto y da una ventaja que, pese a ser importante y grande, no garantiza el éxito. Desde el vestuario se trasciende sin embargo que el resultado es muy positivo, pero que evidentemente el 0-1 no significa nada. Quedan aún 90 minutos ante un equipo muy capacitado, con un gran potencial y capaz de transformar los partidos, romperlos y generar una sensación de descontrol que, a juicio de los blancos, sólo les perjudicaría. «Cuidado con la vuelta, que aún no hay nada hecho», dicen.
Si por algo no se fían en el vestuario es precisamente por eso, por la propuesta de el Atalanta en Madrid. A los italianos les gusta el juego frenético, que el partido entre en fases de cierto descontrol y donde las transiciones sean continuas. El actual Real Madrid, con sus bajas, vive del control del partido. El centro del campo que conforman Kroos y Modric son el motor, dan calma y deciden cuándo es el momento idóneo para lanzar la estocada. Los blancos saben que el cuadro italiano puede romper esa sensación de control que podría llevar a dudar.
El recuerdo del Ajax
En el vestuario tienen muy presente la Champion League 18/19. En aquella edición, el club blanco se topó en los octavos de final con el Ajax de Amsterdam. La ida, también como visitante, fue positiva para los blancos. De la capital holandesa se trajeron también una victoria y otro resultado corto. Un 1-2 gracias a los goles de Benzema y Asensio.
En el partido de vuelta, quizá se pecó de exceso de confianza. El club blanco llegaba con el viento a favor pero el Ajax tras un inicio fulgurante puso contra las cuerdas al Real Madrid. Precisamente el cuadro holandés provocó un partido loco, lo que temen ante el Atalanta en esta edición, algo que acabó con el equipo fuera de la Champions. El Ajax ganó 1-4 en el Santiago Bernabéu y obligaba a los merengues a despedirse del título y su reválida.
Sin Casemiro
El vestuario blanco, el sector más veterano, nunca ha pecado de exceso de confianza, al menos normalmente. Si algo ha destacado en ellos son las escasas relajaciones que se han dado durante las etapas de Zinedine Zidane en el banquillo, algo que tampoco ha permitido el técnico. En esta ocasión también destacan que no se debe dar por ganado nada por las numerosas bajas.
Si bien es cierto que aún quedan algo menos de tres semanas para el partido, Zidane cuenta en estos momentos con una larga lista de bajas. La enfermería está completa y en las próximas semanas algunos de sus futbolistas deben ir incorporándose a la dinámica del grupo para ponerse a punto para el partido decisivo de vuelta. Pese a que hombres importantes como Benzema o Sergio Ramos es posible que estén para ese partido, el que seguro que no estará será Carlos Henrique Casemiro.
La baja del brasileño es segura tras ver la amarilla este pasado miércoles y será una ausencia importante en los esquemas de Zinedine Zidane. No solo por el gran estado de forma que está viviendo en estos momentos Casemiro, sino también porque no hay alternativas sanas de garantía pasa su posición. El Madrid sin él pierde algo de músculo, presencia y oficio en la medular.
Es por ello importante lo que está llevando a cabo Zidane, recuperando a jugadores que fueron importantes pero que esta temporada estaba en el ostracismo como Isco Alarcón. El malagueño fue titular en uno de los partidos más importantes de la temporada como este de ida de octavos ante el Atalanta. Pese a tener alternativas, el francés optó por dar de nuevo confianza al mediapunta en un rol diferente, de falso nueve, algo que funcionó. Fue de los mejores y supo leer el partido en cada uno de los minutos que estuvo sobre el césped. Dio control y tranquilidad al equipo.