«Necesitamos una buena versión de Vinicius y una versión aceptable de Bellingham en el Etihad». El vestuario del Real Madrid lo tenía claro horas después de jugar la ida de los cuartos de final de la Champions contra el Manchester City en el Bernabéu y lo mantiene pocas horas antes de disputar la vuelta contra los de Guardiola en suelo inglés. Tienen que tener enchufados tanto al inglés como al brasileño.
En el partido de ida ninguno de los dos estuvieron especialmente brillantes, aunque la realidad es que si hay que decir quien estuvo peor el señalado fue Bellingham. Vinicius desaprovechó una ocasión clara de gol y en alguna fase del partido no terminaba de encontrarse cómodo, pero también tuvo un momento de lucidez cuando puso un balón perfecto a Valverde para que el uruguayo hiciese el definitivo empate a tres.
Diferente fue la actuación de Bellingham. Acostumbrado a rendir de sobresaliente, ante el Manchester City jugó su peor partido como futbolista del Real Madrid. El cambio de dibujo de Ancelotti no le benefició en absoluto. Trabajó a destajo en todo momento, eso siempre lo hace, pero no se encontró nada cómo en esa posición de delantero donde no termina de conectar con el resto de sus compañeros. Además, cuando tuvo la oportunidad de ver portería, en dos ocasiones, no estuvo acertado.
No estuvo bien el inglés y estuvo regular el brasileño, pero sus compañeros esperan que en este partido de vuelta ambos marquen diferencias. La idea de Ancelotti es regresar al 4-3-1-2 tradicional y que tan buen resultado le ha dado esta temporada. Es decir, Rodrygo apunta a regresar a la banda derecha, Vinicius formará por la izquierda, mientras que Bellingham entrará por el centro siendo mucho más mediapunta que en el encuentro de ida.
Con esta idea que contempla Ancelotti para este partido, Vinicius y Bellingham debería encontrarse mucho más cómodos. No obstante, lo que seguro que tendrán que hacer los dos, al igual que Rodrygo, es ser muy generosos en el esfuerzo para ayudar a sus compañeros en defensa cuando el Manchester City tenga el balón en su poder.
El gran momento de Rodrygo
Si Bellingham y Vinicius no estuvieron al nivel que se esperaba de ellos, diferente fue Rodrygo Goes. Partiendo desde la banda izquierda, fue el mejor jugador de ataque del Real Madrid. Hizo un gol, pudo hacer más, cuajó un gran encuentro, fue generoso defendiendo y demostró que está a un nivel excelente.
Rodrygo ha llegado a esta eliminatoria en un estado de forma excepcional. Justo como quería. Justo como necesitaba tanto el jugador como el Real Madrid. Tras un desamor con el gol, ante España en el Santiago Bernabéu y defendiendo la camiseta de Brasil, se volvió a reconciliar con él. Una relación que se terminó de arreglar ante el Athletic, donde hizo los dos goles que dieron la victoria al Real Madrid. Frente al City, en la ida, también marcó. Es decir, ha visto portería en los dos últimos encuentros que ha jugado con los blancos. Tres, si sumamos el de que hizo con la pentacampeona del mundo.
Rodrygo no sólo ha mejorado su relación con el gol, sino que físicamente llega en un estado de forma pletórico. Los informes que tiene el club y su entrenador personal coinciden en que está en un estado de plenitud notable que el Real Madrid quiere aprovechar. Además, le vino muy bien descansar ante el Mallorca para recuperar las piernas.
Rodrygo será titular ante los ingleses y da igual que forme por la izquierda, donde más le gusta jugar, o en la derecha, donde parece que lo hará contra los ingleses. El brasileño buscará ser determinante y marcar la diferencia para dejar claro que es un jugador intocable en la plantilla blanca.
Rodrygo, en una temporada en la que alguno se atreve a cuestionarle, suma 42 partidos y un total de 3.089 minutos, lo que demuestra lo importante que es para Ancelotti. Además, ha hecho 16 goles y ha repartido ocho asistencias. Es decir, ha participado de manera directa en 24 tantos de los madridistas. Criticarle, parece arriesgado.