El Real Madrid hizo sus deberes este fin de semana. Los blancos cumplieron, una vez más, en una vuelta a la competición impecable, en la que están mostrando su solidez y el fondo de armario que tiene entre sus manos Zinedine Zidane. El Athletic de Bilbao fue otro puerto más que copó el equipo, solventado otra etapa más, una de las que estaba marcada en rojo por su dificultad, permitiendo así mantener las distancias en el liderato con el Barça, que goleó al Villarreal en La Cerámica.
Pero en el Madrid existen en estos momentos cero confianzas con la clasificación. «Aún no hemos ganado nada», se dice en el vestuario de los blancos pese a la buena dinámica y los resultados que han hecho caer al Barça. La victoria de los culés ante el Villarreal mantiene la distancia en cuatro puntos, más el punto imaginario que otorga el goal average ganado, son cinco los puntos que ponen el título de esta 2019/20 en las vitrinas del Santiago Bernabéu.
Pero esto aún no ha pasado y en el vestuario quieren cero confianzas en las cuatro jornadas que restan de aquí a que concluya la temporada. La Liga se ganará en el campo y no quieren que exista ninguna distracción en lo que aún queda por disputar, que los cuatro puntos no sirvan para que se dé cualquier tipo de relajación. De hecho, la plantilla es consciente que lo del Barça no se repetirá. Que pierdan puntos en tres de cuatro jornadas es algo que pocas veces pasa y es por ello que creen que será difícil que vuelvan a pinchar en lo que les queda.
Al Madrid le resta por jugar aún ante Alavés (en casa), Granada (fuera), Villarreal (en casa) y Leganés (fuera). Mientras que al Barça aun tiene que jugar ante el Espanyol (en casa), Valladolid (fuera), Osasuna (en casa) y Alavés (fuera). El calendario es indiferente si el juego de los blancos se mantiene, forjado en la seguridad y la rigidez que ha hecho llegar a esta próxima jornada 35 como líder destacado del campeonato. El objetivo es claro: seguir como hasta ahora.